Unos 500 soldados ucranianos han muerto en las últimas 72 horas en combates con las milicias rebeldes en el este del país, afirmaron hoy los separatistas prorrusos.

"En las últimas 72 horas han sido aniquilados en combate más de 500 soldados ucranianos", aseguró el comandante adjunto del Estado Mayor de las milicias separatistas de Donetsk, Eduard Basurin, a medios rusos.

El portavoz prorruso acusó al Gobierno de Kiev de violar los acuerdos de paz de Minsk al lanzar en los últimos días "incesantes ataques" contra las posiciones de los insurgentes, que reconocen sólo dos muertos en sus filas.

Además, afirmó que otros 1.500 soldados gubernamentales resultaron heridos y 16 fueron apresados, mientras los milicianos destruyeron 42 tanques y 34 blindados ucranianos. 

La mayoría de soldados murieron en la batalla por el control del estratégico aeropuerto de Donetsk, según la fuente.

Este lunes, Basurin ya cifró en más de 200 los soldados ucranianos muertos sólo el domingo en las instalaciones aeroportuarias, donde continúan hoy los combates, según informó el mando militar ucraniano.

En caso de confirmarse, éste sería el mayor revés para las fuerzas gubernamentales desde el estallido en abril de 2014 de la sublevación armada prorrusa en las regiones de Donetsk y Lugansk. 

Hasta ahora, las autoridades de Kiev reconocen la muerte de alrededor de un millar de soldados, de los que 241 perecieron en el cerco, en agosto del pasado año, de la localidad de Ilovaisk, considerado un punto de inflexión de la guerra en favor de los rebeldes.

En referencia a las afirmaciones rebeldes de que el aeropuerto está bajo su completo control, el Ejecutivo de Ucrania insistió hoy en que efectivos gubernamentales siguen apostados en el recinto del aeropuerto y sus alrededores.

En los últimos días, los combates se han propagado por todo Donetsk, incluido el puerto de Mariúpol (mar de Azov), sede del Gobierno provisional de la región, y por la vecina Lugansk.

Por ese motivo, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, se vio obligado a abandonar hoy antes de tiempo el Foro Económico de Davos, donde denunció la presencia de 9.000 soldados rusos en el este ucraniano, de los que unos 2.000 cruzaron la frontera en los últimos días. 

Tanto la Cancillería como el Ministerio de Defensa ruso han negado esas acusaciones, y el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, apostilló que tanto Ucrania como la OTAN carecen de pruebas al respecto.