"Esta es la primera venganza por el martirio de Bin Laden. Habrán más". Esa fue la escueta, pero contundente declaración del portavoz del movimiento talibán paquistaní (TTP, según sus siglas en urdu), Ehsanullah Ehsan, quien reivindicó por teléfono desde una ubicación no revelada su responsabilidad en el doble atentado explosivo de este viernes en ese país.
Según el último informe policial, al menos 88 personas murieron y más de 105 resultaron heridas tras una doble explosión en un centro de adiestramiento de una unidad paramilitar en el noroeste de Pakistán.
El objetivo del ataque fueron instalaciones paramilitares ubicadas en el distrito de Charsadda, cerca de Peshawar. De las víctimas, tres eran civiles y el resto eran reclutas.
Murieron cuando reclutas de la guardia de fronteras ('Frontier Corps' o FC) volvían en autobuses a sus domicilios tras varios días de entrenamiento.
Unos quince cadáveres quedaron totalmente calcinados, de acuerdo con la Policía, que situó en 105 la cifra de heridos a causa del doble ataque, registrado en la provincia noroccidental de Khyber-Pakhtunkhwa.
Veinte vehículos quedaron destrozados debido a las dos explosiones.
Las informaciones fueron brindadas por el jefe de policía Jehanzeb Khan, quien indicó además que el atentado fue perpetrado por dos suicidas que se dirigieron en motocicletas a la entrada principal del centro cuando los reclutas estaban por cargar sus pertenencias a un bus. Uno de los atacantes hizo estallar los explosivos que llevaba consigo junto al medio de transporte. El segundo se hizo volar por los aires cuando la gente acudía al lugar para rescatar a las víctimas de la primera explosión.
Además, el jefe de la policía del distrito, Nisar Marwat, dijo que 15 autobuses y varios comercios de un mercado cercano resultaron dañados.
En tanto, el director de un hospital en Peshawar dijo que 15 de los heridos se encuentran en estado grave.
Es el primer gran ataque registrado en Pakistán después de que una unidad estadounidense matara el 2 de mayo al líder terrorista Osama Bin Laden en suelo paquistaní.
Los FC, que fueron el blanco de este ataque, están integrados de forma preeminente por pastunes, la misma etnia que habita las zonas tribales, a diferencia del Ejército regular, dominado por punyabíes y que tan sólo se despliega cerca de la frontera con Afganistán para grandes ofensivas militares.
Aunque los FC llevan a cabo continuas operaciones contra la insurgencia talibán en el noroeste paquistaní, formalmente son una fuerza de seguridad separada del Ejército y bajo el departamento policial.