Al menos 32 personas han muerto por las graves inundaciones que se registran en el archipiélago portugués de Madeira, confirmó hoy el ministro de Administración Interna de Portugal, Rui Pereira.

En declaraciones a diversos medios de Funchal, la capital de las islas, Pereira confirmó que hay pueblos aislados, carreteras cortadas y graves daños en numerosas zonas del archipiélago a causa de las intensas lluvias que se registran desde hace doce horas.

Además más de 68 personas permanecen hospitalizadas por diversas heridas generadas por las inundaciones.

El primer ministro portugués, José Sócrates, se declaró "consternado" por las víctimas mortales y la destrucción en Madeira, y manifestó que las imágenes de las inundaciones son "desoladoras".

Sócrates comprometió los esfuerzos del Gobierno para ayudar a las víctimas, expresó su solidaridad con los isleños y anunció que enviará a Rui Pereira a las islas en cuanto las condiciones climáticas lo permitan.

Por su parte, el alcalde de Funchal, Miguel Albuquerque, manifestó que el temporal está "asolado" Madeira, donde las aguas se han llevado puentes, arrastrado árboles y vehículos.

Varias de las zonas más bajas de la ciudad y dos de sus principales centros comerciales tuvieron que ser evacuados.

En las carreteras de la isla hay también numerosos cortes y el tráfico aéreo fue desviado a las islas Canarias, de soberanía española, debido a los vientos que han llegado hasta cien kilómetros por hora.

Los servicios de meteorología decretaron la alerta roja, tanto en tierra como en las zonas costeras del archipiélago, donde el fuerte oleaje supera los cuatro metros.

En las islas, situadas a 860 kilómetros al suroeste de Lisboa, viven más de 260 mil personas.