El gobierno portugués planea retrasar la edad de jubilación en un año a los 66 y obligar a los funcionarios del estado a trabajar una hora más al día dentro.
Estas iniciativas son parte de un paquete de nuevas medidas de recorte del gasto necesarias para atajar el déficit presupuestario y cumplir los objetivos del rescate.
El primer ministro, Pedro Passos Coelho, dijo que las medidas anunciadas, que se aplicarán principalmente a partir de 2014 y con las que espera ahorrar al Estado 4.800 millones de euros hasta 2015, también incluye programas voluntarios de jubilaciones para 30.000 funcionarios de un total de alrededor de 600.000.
"Con estas medidas, nuestros socios europeos no pueden dudar de nuestro compromiso" con el programa de rescate, dijo en una intervención en Lisboa.