"Si garantizan la resolución de todos los problemas de esta isapre y se protegen los contratos de salud, hoy a mediodía o en la tarde firmaré la autorización". Así de rápido sería el traspaso de la cartera de Masvida a Nexus, según afirmaba el superintendente de salud Sebastián Pavlovic hace casi una semana, cuando anunciaba la extensión del corralito de afiliados hasta mayo.
Sin embargo, hasta ahora no hay noticias y ello se debería en parte a la posibilidad de que los acreedores de Masvida pidan la quiebra de la empresa una vez traspasado su único activo liquido: los $ 32 mil millones mensuales que aportan los afiliados por concepto de cotizaciones.
Según cercanos al proceso, el tema preocupa a los socios, que hasta ahora no conocen el detalle de la propuesta de Nexus ni los montos involucrados y que además extrañan un pronunciamiento a favor de la venta de cartera por parte de los acreedores.
En este contexto, con la información hasta ahora disponible, no existe garantía de que algún acreedor no pida la quiebra, dice una fuente del proceso. Pero además, declarada la liquidación, si se descubre que hay "insolvencia punible", los acreedores podrían demandar a la empresa por quiebra fraudulenta, lo que complicaría aún más la situación de la empresa de salud.
En entrevista con este medio, el interventor Robert Rivas, señaló estar trabajando para evitar la petición de quiebra por parte de los acreedores, que incluyen a prestadores relacionados como no relacionados, con quienes ha trabajado en el sinceramiento de las cifras, sin tener hasta ahora claridad total de los montos involucrados.
Rivas recalcó que la oferta de Nexus, si bien estaría medianamente clara en términos financieros, aún está siendo revisada en su detalle legal. Cercanos al proceso afirman que ello se relaciona al amarre de pago a acreedores, previo al cierre de la operación.