La justicia egipcia postergó hasta el 5 de septiembre el juicio que se sigue contra el ex Presidente Hosni Mubarak, por sus eventuales responsabilidades en la muerte de al menos 800 manifestantes al inicio de las revueltas en dicho país, que llevaron a la caída de su gobierno el 11 de febrero pasado, además de varios casos de corrupción.

La razón radica en que el juez Ahmed Refaat consideró necesario, poco después de abrir la segunda audiencia celebrada hoy en las afueras de El Cairo, que el caso de Mubarak se vincule al del ex ministro del Interior, Habib al Adli, como pedía la acusación. Eso no es todo, el magistrado determinó que la tercera audiencia se celebre a puertas cerradas sin transmisión televisiva para "proteger el interés público".

El ex mandatario, tal como ocurrió el 3 agosto, arribó esta mañana al aula del edificio de la Academia de policía, en una camilla. Mubarak, de 83 años, sufre de problemas cardíacos, y fue  trasladado al aula en helicóptero. Junto al ex gobernante también están siendo procesados sus  dos hijos, Gamal y Alaa.

MANIFESTACIONES

Un multitud contraria al ex Presidente se reunió esta mañana en las afuera de la sede del tribunal, en el barrio de El Tagamu el  Khamis, periferia del Nuevo Cairo, en el medio del desierto. Entre los manifestantes había muchos familiares de las víctimas de la represión en la plaza Tahrir.

Además de opositores también se reunieron manifestantes a favor del antiguo  régimen.  "Soy egipcio y Mubarak es un gran líder", se leía en las  camisetas de un grupo de seguidores del ex mandatario.  Minutos antes de la apertura del proceso se registró un enfrentamiento con piedras entre los dos grupos, choque en el  que intervino la policía.

Mubarak, que asegura ser inocente, en caso de ser condenado podría recibir la pena de muerte. Se trata del primer mandatario  árabe que termina en la cárcel desde el inicio de las revueltas  en Medio Oriente.