En la bitácora de los gemelos Gabriel y Raúl Peralta (31), el concepto de "cerrar el círculo" no solo alude a bajar el telón de una etapa; en rigor, se refiere a abrir puertas en el mismo sitio donde antes se cerraban. Una revancha o ajuste de cuentas con su propia historia.

En 2007, cuando ya acumulaban cierta fama y reputación local en espacios como Extra jóvenes o Rojo, el más célebre dúo de baile urbano del país viajó hasta Los Angeles, California, para sondear oportunidades, calibrar el circuito y contar un par de semanas en las cientos de escuelas artísticas que oferta la ciudad.

"Arrendamos una pieza y nos pusimos a recorrer, pero en nuestra cabeza no estaba la opción de vivir acá o de que nos descubrieran, porque nadie nos conocía. Y así fue, estuvimos un tiempo y después tuvimos que volver a Santiago. Ahora será distinto", apuesta Gabriel Peralta, una de las mitades del grupo, ante un presente que desde el miércoles 9 los tiene instalados en un departamento del área de North Hollywood, equipado con gimnasio, sala de baile y amplios espacios: los Power Peralta acaban de dejar su comentado trabajo en el espectáculo Michael Jackson: One, del Cirque du Soleil en Las Vegas, para inaugurar una nueva vida en la capital del cine y las estrellas.

El miércoles 2 de julio, los chilenos aparecieron por última vez en el montaje que inició su temporada el 23 de mayo del año pasado. "Fueron 500 shows, con dos funciones diarias durante casi todas las semanas", cuantifica rápido el bailarín en torno al espectáculo que los mostraba en 12 cuadros distintos y bajo el papel de los "Michael Jackson warriors", grupo coreográfico que tenía la misión escénica de defender el legado del cantante ante el acoso de la prensa.

Eso sí, la dupla firmó el contrato con la empresa en julio de 2012, el que estipulaba una extensión de dos años. Por eso, durante las últimas semanas, iniciaron el proceso de renegociación con los directores de Cirque du Soleil, quienes le proponían continuar hasta septiembre de 2015. Gabriel Peralta sigue: "La evaluación de ellos era muy positiva, nos ofrecieron mejoras en todo sentido y nos dieron un par de semanas para pensarlo. Pero nosotros ya queríamos conquistar nuevos desafíos, el Cirque es una tremenda experiencia, pero muy demandante, no hay opción de desarrollar cosas paralelas".

Ahí, los Peralta giraron su agenda hacia Los Angeles, donde la ruta ya estaba avanzada. El reputado coreógrafo Travis Payne -quien trabajó para Lady Gaga, Madonna y el propio Jackson- los recomendó para GTA, una de las agencias de bailarines más importantes de EE. UU. De hecho, se trata de la firma que abastece de profesionales a las mayores giras de la actualidad, a las plataformas publicitarias de la TV estadounidense y a las superproducciones de Hollywood.

"Dentro de la agencia, nos han comentado de manera muy preliminar que, por ejemplo, nos ven en giras como las de Madonna. Bueno, se verá muy pronto", estima Peralta. Luego remata: "Este era un paso natural después del crecimiento que significó el Cirque. Ahora tenemos una reputación bien ganada y esperamos que sea más fluido que esa vez que vinimos a probar suerte en 2007".