Julio y agosto son los meses más crudos del invierno, se anuncian colapsos en los servicios de salud a causa de las enfermedades respiratorias, sin embargo, es constante ver cómo toda la atención se concentra en niños, olvidándonos que son los adultos mayores quienes también requieren de cuidados especiales frente a enfermedades tan complicadas como la bronquitis y neumonía. Y por qué no, una especial contención para enfrentar los mitos de este mes.
Siempre es mejor prevenir que curar, es por ello que el cuidado de los adultos mayores es un tema que nos debe preocupar y ocupar. Con simples y fáciles medidas de prevención es posible pasar un invierno sano y un agosto feliz.
El médico internista y geriatra, Mario Vega, trabaja desde hace años con los adultos mayores de la casa de reposo , Residencia Mother´s y conoce de cerca la realidad que viven los ancianos en Chile. Por eso las recomendaciones son simples. "Hay que preocuparse principalmente de la alimentación y la temperatura de los ambientes que frecuentan los adultos mayores. Sin olvidar vacunarse a tiempo según los planes nacionales. Además, es importante cuidar el estado anímico de los abuelitos, ya que este factor repercute en sus defensas".
Mito o realidad agosto es un mes donde se concentra la atención en la tercera edad, entre broma y broma los que se acercan a los años dorados pasan a ser centro de atracción. Pero la realidad es que los cuidados, tanto físicos y psicológicos, no se concentran en un solo mes del año; por ello es que entregamos consejos útiles para sobrellevar las bajas temperaturas, por ejemplo, sin transformar el invierno en un ciclo oscuro y peligroso.
En este contexto, la directora de la residencia Mother´s, Carla Canales, recomienda:
- Ante síntomas de tos, fiebre o cambios repentinos se debe consultar con un especialista.
- Restringir las visitas de personas enfermas a los adultos mayores.
- El lavado de manos es fácil y rápido y previene enfermedades.
- Levantar a los abuelitos a diario para no permitir que el frío los postre en sus camas.
- Cuidar la ingesta calórica. Que sea alta en proteínas, lo ideal es asesorarse por un nutricionista, ya que la edad provoca problemas en la asimilación de los alimentos.
- No olvidar conversar a diario con ellos, integrarlos a las decisiones y actividades familiares. Ayudarlos a cultivar sus amistades. Estos pequeños detalles provocan notables mejorías en su estado físico y anímico.