El impacto es inmediato, pero también se prolonga en el tiempo. El anuncio de una nueva línea de Metro históricamente despierta el interés de los actores inmobiliarios, que comienzan la búsqueda de posibilidades en las zonas aledañas a los nuevos tramos, en este caso, el recorrido que unirá Cerrillos con Las Condes.

La decisión de construir la nueva Línea 6, anunciada el martes por la Presidenta Michelle Bachelet, considera un trazado que recorrerá zonas hasta ahora menos densificadas y sitios eriazos en el sector surponiente  de Santiago. Por eso, se prevé que los efectos serán más relevantes en comunas como Cerrillos y Pedro Aguirre Cerda. Según el economista Claudio Agostini, profesor de la U. Alberto Hurtado que realizó un estudio sobre el impacto en el precio del suelo por las líneas de Metro, el nuevo recorrido tendrá un efecto similar al de la Línea 2 (geográficamente cercana). Por ello, estima que en esa zona el precio del suelo a 20 años puede aumentar hasta en 27%.

"Ese lugar ganará un valor muy rápido, porque hay una baja densidad habitacional", dice el experto.

Para el tasador inmobiliario Hernán Marchant, "al ser lugares urbanísticamente 'en bruto', su consolidación de precios es de mediano y largo plazo, pero identificando una clara y real plusvalía en el tiempo".

En esas dos comunas, los alcaldes ya se preparan. En Cerrillos aseguran que el último plan regulador aprobado consideraba el Metro como certeza. "Estábamos justamente trabajando como alta densidad todo lo que es la zona del Portal Bicentenario", dijo el alcalde Alejandro Almendares. En Pedro Aguirre Cerda estudian el plan regulador e incorporarán a la Línea 6 como elemento fundamental.

PREOCUPACION
En Ñuñoa, en tanto, el alcalde Pedro Sabat expresó su preocupación por el tramo que cruza su comuna: "La que más nos preocupa es Irarrázaval Oriente, ya que queremos asegurarnos de que en ese lugar haya un espacio para un paso bajo nivel, que está planificado por Pedro de Valdivia. Además, debe asegurarse un espacio para una futura Línea 3".

Según los expertos, en el tramo que cruzará el corredor de Grecia hacia el norte, hasta Irarrázaval, el efecto será inmediato y se estima que durante los próximos dos años en construcción el valor del suelo aumentaría 15%. Esto, sobre todo en las futuras estaciones, como Estadio Nacional, donde casi no hay proyectos inmobiliarios nuevos. Más al oriente -Pedro de Valdivia y Tobalaba-, según Agostini el impacto puede no ser significativo, "porque los valores base son más altos y es una zona consolidada". Para Marchant, se "activará el mercado de oficinas y comercio", por la disponibilidad de terrenos.