"Váyanse todos a descansar". La orden del agente Eduardo Rodríguez Veltzé a las 17.30 horas local (12.30 horas en Chile) sorprendió ayer a los funcionarios de la embajada boliviana en La Haya. El personal diplomático había organizado enlaces para la televisión y radios paceñas que transmitirían en directo una conferencia de prensa y vocerías de los miembros del equipo a cargo de la demanda marítima. Y no se descartaba una teleconferencia con el Presidente Evo Morales.

Pero nada de eso sucedió y el único que mantuvo algunas vocerías fue el ex presidente Carlos Mesa. Terminada la presentación boliviana en la Corte Internacional de Justicia, las autoridades paceñas se reunieron con los abogados extranjeros en la sede diplomática de ese país para realizar una breve celebración.

La pregunta que había lanzado el juez Christhopher Greenwood, cuando ya habían terminado las exposiciones de los abogados bolivianos dejó una sensación extraña en el equipo paceño. "¿En qué fecha sostiene Bolivia que se concluyó un acuerdo para negociar sobre un acceso soberano al océano Pacífico?", inquirió, por intermedio del presidente de la corte. En ese momento, el canciller David Choquehuanca miró a su equipo y, con un lápiz en la mano, golpeaba suavemente su mesa.

La interrogante apunta a uno de los ejes del andamiaje jurídico que sustenta la defensa de Bolivia para pedirle a la corte que no se declare incompetente: que a lo largo de la historia Chile se ha comprometido en varias ocasiones a negociar.

La pregunta trajo a la memoria la interrogante que lanzó el juez marroquí Mohammed Bennouna, en diciembre de 2012, en el litigio entre Chile y Perú: si ambos países podían haber delimitado en 1952, conforme al derecho internacional de esa época, una zona marítima y jurisdicción exclusiva hasta las 200 millas. La consulta apuntaba, esa vez, a la tesis de la atemporalidad de la ley que sirvió para sustentar, más tarde, el fallo de mayoría que confirmó la existencia de un límite a través del paralelo, pero sólo hasta la milla 80, lo que provocó ceder a Perú una extensa porción de mar de la zona económica exclusiva chilena.

Ayer, la presentación boliviana ante la corte la abrió poco después de las 10 hora local (5 am en Chile),  el agente Rodríguez Veltzé. La estrategia era simple: plantear a la corte que el objeto de la demanda no tiene nada que ver con el Tratado de 1904, por lo que no caería en las restricciones del artículo VI del Pacto de Bogotá. Uno de los momentos más fuertes de Bolivia estuvo en voz de Monique Chemillier-Gendrau. La abogada francesa dedicó 33 minutos a explicitar los aspectos de fondo de la demanda, detallando una serie de declaraciones e intercambios de documentos de autoridades chilenas y bolivianas en los que se habla de negociar una salida al mar. Bolivia alegó que Chile ha reconocido en diversas oportunidades que existe un tema pendiente con Bolivia, a fin de sostener que el Tratado de 1904 no zanjó todos los temas.

Antes de abandonar el Palacio de la Paz, Choquehuanca dio una breve declaración: "Hemos venido con mucho respeto, con la verdad, a que esta corte haga justicia. Nuestros abogado han expuesto con mucha claridad que el tema de la corte tiene competencia para ver nuestra demanda", señaló. Mientras se retiraban de palacio, algunos miembros de la delegación paceña recordaban molestos que el juez Greenwood había sido abogado de Chile al inicio del litigio con Perú.