La presidenta argentina, Cristina Fernández y el primer ministro británico, David Cameron, tuvieron un altercado hoy sobre el tema de las Malvinas en el balneario mexicano de Los Cabos, donde ambos participan en una cumbre del G20, dijo el canciller argentino, Héctor Timerman.
Durante una conversación en un receso de las sesiones del encuentro, Cristina K le dijo a Cameron que "le quería entregar un sobre con las 40 resoluciones de la ONU (sobre Malvinas). El se quedó sorprendido y dijo: 'No, lo importante es el referéndum' (en las islas). Se dio media vuelta y se fue enojado", explicó Timerman a la prensa.
Según el ministro argentino, la mandataria trasandina estaba preprando en su puesto los temas que iba a abordar cuando el premier se le acercó "para agradecerle el apoyo argentino a la creación de un banco europeo que actúe como prestamista de última instancia para disipar los temores sobre el euro".
La Presidenta le comentó su preocupación por que los medios no reflejaban lo que estaba pasando realmente en la cumbre y, siempre de acuerdo con el relato del canciller, Cameron "interrumpió a la jefa de Estado argentina exigiéndole respetar el referéndum de los isleños en la cuestión Malvinas".
Reino Unido pretende celebrar un referéndum el año que viene en las Malvinas, en manos británicas desde 1833, para que sus 3.000 habitantes -que reivindican su derecho a la autodeterminación- se pronuncien sobre el estatus político que desean en el territorio, cuya soberanía reclama Argentina.
La mandataria trasandina le replicó a su interlocutor que "le quería entregar un sobre con las 40 resoluciones de las Naciones Unidas" (instando a ambas partes a entablar negociaciones por la disputa del archipiélago en el Atlántico Sur), pero el premier británico "se negó a recibir el sobre, dio media vuelta y se retiró sin saludarla", agregó Timerman, quien indicó que Cameron "se encontraba tenso".
Una fuente del Ejecutivo británico confirmó que fue Cameron quien "sacó el tema (de las malvinas) a colación, ella (Fernández) se lo tomó mal y eso fue básicamente lo que pasó".
Respecto a si Cameron rechazó el sobre que le quería entregar la Presidenta, la fuente afirmó: "No creo que fuera totalmente claro que ella estaba intentando darle documentos (...) Estamos buscando a funcionarios argentinos aquí (en Los Cabos) para ver si hay algún documento que quieran darnos".
Timerman arremetió después contra Cameron en sus declaraciones a la prensa: "El primer ministro David Cameron muestra un total desconocimiento de lo que es el colonialismo".
"Tantos años de ejercer como potencia colonial se han olvidado de que ellos son los responsables de que exista el colonialismo y los países como Argentina los responsables de haber derrotado a la mayor parte de las acciones colonialistas en el mundo", agregó.
SEGUNDA VEZ
Este es la segunda ocasión en la que Cameron tiene una diferencia con uno de los mandatarios en la cumbre del G20 de Los Cabos, que inició el lunes por la tarde y concluye este martes.
El lunes hizo una broma sobre la política fiscal francesa al comentar que "cuando Francia imponga una tasa de 75% para la franja superior del impuesto a la renta", su país desplegará "la alfombra roja" para recibir "a más empresas francesas, que pagarán sus impuestos en Reino Unido".
El comentario no pareció hacer mucha gracia al presidente francés François Hollande, que este martes respondió que "cada uno se debe responsabilizar de sus dichos".
Sobre el incidente con Cristina K, el canciller argentino destacó que "este no era el lugar para hablar de las Malvinas, el lugar para hablar de las Malvinas es las Naciones Unidas".
La disputa por soberanía del archipiélago de las Malvinas, situado en el océano Atlántico Sur frente a las costas argentinas, enfrentó a Buenos Aires y Londres en una guerra en 1982.
El conflicto bélico, que duró 74 días entre el 2 de abril y el 14 de junio de ese año, fue lanzado por la dictadura militar en el poder entonces en Buenos Aires, y dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos.
La semana pasada Fernández dio un discurso durante una reunión Comité de Descolonización de la ONU en la que volvió a pedir una negociación sin condiciones previas con Londres sobre las islas y a la que no asistió el embajador británico ante Naciones Unidas.