El presidente de EEUU, Barack Obama, cree que Israel, con sus constantes anuncios de asentamientos, tiene la mayor parte de culpa del reciente fracaso de las negociaciones de paz y no hará grandes esfuerzos por reavivarlas si las partes no le entregan nuevas propuestas, informó hoy el diario New York Times.
Pese a que Obama ha culpado públicamente tanto a israelíes como palestinos por el colapso del proceso de paz, considera que los anuncios de asentamientos de Israel en Cisjordania y Jerusalén Este "envenenaron la atmósfera" y eliminaron toda opción de lograr un acuerdo, según el diario, que cita a un alto funcionario de Estados Unidos.
"En cada momento crítico, había un anuncio de asentamientos. Era eso lo que constantemente trababa (el proceso)", dijo el funcionario, que pidió el anonimato.
A principios de este mes, y apenas una semana después de que israelíes y palestinos se demostraran incapaces de llegar a un acuerdo para extender las negociaciones de paz, el rotativo israelí Yediot Aharonot citó a una fuente estadounidense anónima que responsabilizaba a Israel del fracaso de las negociaciones.
Se cree que esa fuente era el enviado especial de Estados Unidos para el proceso de paz, Martin Indyk, pero según el funcionario citado hoy por el New York Times, también Obama comparte esa idea.
Tras el fracaso de su segundo intento de mediar en el proceso de paz en Oriente Próximo, el mandatario estadounidense ha decido tomarse un respiro en ese asunto "para dejar que ambas partes tomen conciencia del colapso de las conversaciones, y ver si eso hace que se replanteen las cosas", indicó el funcionario estadounidense.
Obama cree que le queda tiempo para mediar en otro proceso de paz entre israelíes y palestinos durante su mandato, pero ha decidido esperar hasta que ambas partes se comprometan de nuevo y le comuniquen sus ideas para revivir el proceso, apuntó la fuente.
"Tienen una puerta abierta. Si quieren entrar, estaremos allí para trabajar con ellos", indicó.
Pero por ahora, Obama ha instruido a su secretario de Estado, John Kerry, a centrar su atención en las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán, la crisis en Ucrania y el giro estratégico hacia Asia y el Pacífico, una prioridad en la política exterior del presidente estadounidense desde que llegó al poder en 2009.
Por eso, durante el viaje que hizo a Israel la semana pasada la asesora nacional de seguridad de Estados Unidos, Susan Rice, se centró sobre todo en las conversaciones sobre el programa nuclear de Irán y dejó de lado el recién fracasado proceso de paz.
En ese contexto, las reuniones que Kerry mantuvo esta semana en Londres con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbás, y la negociadora jefa israelí, Tzipi Livni, se centraron en calmar las tensiones tras el fracaso del proceso y no tanto en un esfuerzo por reiniciarlo, según fuentes del Departamento de Estado.
Kerry no tiene planes de volver próximamente a la región, que visitó una docena de veces en menos de un año para impulsar las negociaciones y, en cambio, viajará dos veces a Asia este verano.
El Departamento de Estado aún está decidiendo qué hacer con Indyk y, lo más probable, es que próximamente regrese a su puesto anterior en el centro de estudios Brookings, pero se mantenga "de guardia" por si se reanudan las negociaciones, informó el diario.