Unos 4.680 homicidios se registraron en Venezuela entre enero y abril de 2014, un valor que proyectado a todo el año equivale a unos 14.040 asesinatos, según cifras de la policía científica (CICPC) filtradas al diario El Universal y divulgadas este domingo.

Se han reportado "4.680 ciudadanos asesinados en el país durante los primeros cuatro meses del año, es decir, 39 muertes violentas cada día", indicó El Universal, citando cifras ofrecidas por "fuentes del CICPC de forma extraoficial" y que excluyen "casos de resistencia a la autoridad y por  investigar". 

Esta cifra equivale a una tasa de 48,5 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2014 (tomando en cuenta una población de 28,9 millones), por  debajo de la tasa de 53,7 calculada por Naciones Unidas para 2012 y que ubicó a Venezuela como el segundo país del mundo con más asesinatos.

El gobierno socialista de Nicolás Maduro reveló que en 2013 se reportó una tasa de 39 muertes violentas por cada 100.000 habitantes en Venezuela, pero la  ONG Observatorio Venezolano de Violencia indicó que ese indicador se situó en 79, lo que representó 25.000 muertes anuales.

Los venezolanos enfrentan a diario la violencia criminal modificando sus rutinas y hábitos como reducir las salidas nocturnas, el uso de prendas  costosas, dejar de hablar por celular en lugares públicos o incluso que los vehículos se pasen las luces rojas de los semáforos a altas horas de la noche.

La persistente inseguridad ha sido uno de los detonantes de las protestas callejeras contra el gobierno desde inicios de febrero y que desde entonces han  dejado dejan 41 muertos, más de 700 heridos y 145 casos de violación de los derechos humanos por parte de efectivos policiales.

Hace una semana, un exjefe de inteligencia e histórico compañero del fallecido presidente Hugo Chávez fue torturado y asesinado con saña en Caracas,  mientras un escolta presidencial falleció la madrugada de este domingo tras recibir tres impactos de bala en un presunto intento de robo de su vehículo,  según versiones de prensa.

A raíz de la conmoción causada en Venezuela por el asesinato en enero de la exreina de belleza Mónica Spear y su pareja Thomas Berry, acribillados dentro de su automóvil delante de su hija de cinco años (quien sobrevivió), el gobierno adelanta planes para reforzar la seguridad, como el patrullaje en los municipios más violentos del país.