La prensa estadounidense definió el primer debate presidencial entre Barack Obama y el candidato republicano, Mitt Romney, como poco fluido, centrado casi exclusivamente en la economía y con el presidente demócrata a la defensiva.
Poco después de que finalizara el debate presidencial en la Universidad de Denver (estado de Colorado), el diario The Washington Post resumió en titulares un cara a cara en el que "Romney se mantuvo en la ofensiva" y obligó a Obama a defenderse.
Por su parte, el diario The New York Times se fijó en "la ventisca de estadísticas" que ambos políticos desplegaron en sus intervenciones, muy centradas en los problemas económicos, como el desempleo, el déficit, la fiscalidad y la financiación del sistema sanitario.
Chuck Todd, el principal responsable político del canal NBC, no dudó en inclinar la balanza del lado de Romney que tuvo "una gran noche", en su opinión, al exponer sus ideas y aparecer con más soltura que el presidente.
Para el semanario Politico, el debate ha mostrado "el aumento de la fractura ideológica" entre demócratas y republicanos, con posturas contrapuestas en fiscalidad, fomento del empleo y reforma del estado del bienestar.
El conservador The Wall Street Journal opinó que las diferencias también se observaron en el rol del Gobierno federal, mientras que tanto Romney como Obama se presentaron como "los grandes defensores de la clase media".
Para la cadena Fox News, el debate "careció de golpes de KO, aunque estuvo lleno de codazos", algo en lo que coincidieron en Twitter varios periodistas políticos estadounidenses, que echaron de menos más momentos apartados del guión en ambos políticos.
El Partido Demócrata cerró filas en torno a Obama y aseguró que "Romney volvió a ocultar los detalles de sus verdaderos planes".
En el lado republicano, Paul Ryan, número dos del candidato republicano, dijo que "Romney es el hombre del momento" y el ganador claro del 'cara a cara' al presentar "soluciones específicas".