Los servicios secretos alemanes en el exterior (BND) espiaron durante años a Albania, un país aliado en la OTAN, adelantó hoy el semanario Der Spiegel después de publicar la semana pasada que también Turquía fue objetivo del espionaje alemán.
Según la revista, Albania formó parte de la lista de objetivos de espionaje desde antes de ingresar en la OTAN en 2009. La inteligencia alemana se interesó sobre todo por las redes de crimen organizado en el país balcánico, añadió Der Spiegel.
Al igual que Turquía, Albania apareció al parecer en el perfil de espionaje alemán actualizado en 2009 y que figuraba entre los 218 documentos entregados a la agencia estadounidense CIA por un agente del BND detenido en julio.
Como recuerda Der Spiegel, "la información es delicada, porque al enterarse del espionaje exterior de Estados Unidos, la canciller Angela Merkel dijo que espiar a amigos 'no corresponde en absoluto'".
La revista la publicó además justo antes de que Berlín acoja el jueves una conferencia con países del oeste de los Balcanes convocada por el gobierno de Merkel y en la que se espera al primer ministro albano, Edi Rama.
Alemania fue uno de los países más afectados por las polémicas actividades de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), que controló al parecer millones de comunicaciones privadas en el país e incluso realizó escuchas al móvil de la propia Merkel.
Berlín venía criticando enérgicamente a Washington por el escándalo de la NSA, pero las revelaciones de "Der Spiegel" lo colocaron en la incómoda situación de explicar lo mismo que venía condenando y afrontar duras críticas por parte del gobierno turco.
Según informaciones a las que tuvo acceso la agencia dpa, el BND había otorgado a Turquía en el más importante de los tres niveles en que se clasifican objetivos de espionaje, el mismo que se da a países en los que hay soldados alemanes desplegados.
La revista Focus publicó además hoy que el BND tenía a Turquía en la mira ya desde 1976.
Hans-Peter Uhl, experto de interior del grupo parlamentario de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, dijo al semanario que hay "buenas razones" para realizar escuchas en el país. Como ejemplo mencionó tráfico humano, narcotráfico y terrorismo.