Para octubre está previsto el estreno de la nueva Línea 6 del Metro, servicio que unirá en 19 minutos las comunas del poniente con el oriente de Santiago. Se trata de la mayor obra pública que se concretará durante este periodo de gobierno, por lo que se prepara un gran despliegue para su inauguración, la que será encabezada por la Presidenta Michelle Bachelet.
La estatal está realizando una serie de ajustes en la red del tren subterráneo ante la entrada en funcionamiento de esta línea. Felipe Bravo, gerente de Operaciones de la compañía, explicó que el proyecto, a nivel global, posee un 98% de avance, lo que implica la construcción del trazado, la terminación de las estaciones y la instalación de tecnología (como las puertas de ingreso y puntos de recarga de la bip!). "Las estaciones están en las terminaciones finales, pero debemos probar la integración de los sistemas", dijo.
La empresa informó que desde el próximo lunes, dos estaciones de la futura Línea 6 serán puntos de parada de los trenes expresos que funcionan en la hora punta (se detienen en algunas estaciones para acortar los viajes). Se trata de Franklin y Ñuble, puntos de combinación entre el nuevo trazado y las líneas 2 y 5, donde habrá un mayor flujo de usuarios.
Bravo añadió que con este cambio se podrá transportar al público proveniente de la nueva línea, los que "tendrán un ahorro de dos a tres minutos en tiempo de viaje". Además, otras estaciones de las rutas expresas cambiaron de color: Cumming ahora será de color verde y Quinta Normal de color rojo. En la Línea 2, la estación Rondizzoni pasará a ser verde.
Operación
En el resto de la red también hay pruebas en miras al debut del nuevo servicio. Así, el tren Alameda-Nos comenzó a detenerse en la estación Lo Valledor, lugar de combinación con la Línea 6. Allí los usuarios del convoy que une San Bernardo y Estación Central podrán bajarse para continuar su viaje hacia el oriente.
La empresa Tren Central informó que también prepara planes de contención de pasajeros en el caso de que ese recinto presente un fuerte aumento de personas que quieran ingresar a los vagones.
Rodrigo Martin, experto en Transportes de la U. de Santiago, sostiene que le "preocupa" que la población no esté preparada para utilizar el nuevo sistema. "Tanto las cargas de la tarjeta de manera automática y sin boleterías, el ingreso con puertas automáticas y la ausencia de piloto, requieren una adaptación ", dice.
Uno de los aspectos que se ha probado durante la marcha blanca es la circulación de los trenes, los que tienen una capacidad para 1.500 personas cada uno. Franco Basso, investigador del Observatorio en Transporte de la UDP, señala que "aumentará la cantidad de público en la red, por lo que debe haber una frecuencia adecuada para satisfacer la demanda. Recordemos que habrá personas que nunca habían optado por el Metro como su transporte principal". La empresa informó que el servicio pasará cada cuatro minutos.