El Ejército de EE.UU. presentó hoy miércoles 32 cargos adicionales por intento de asesinato con premeditación contra el mayor Nidal Malik Hasan, presunto autor de la masacre en la base militar de Fort Hood (Texas), en la que murieron 13 personas.
Los nuevos cargos se suman a los 13 de asesinato premeditado presentados hace casi un mes contra el psiquiatra de 39 años por la muerte de cada uno de los fallecidos en el tiroteo del 5 de noviembre en Fort Hood, según explicó a la prensa el abogado de Hasan, el coronel retirado John Galligan.
El Ejército le imputa el intento de asesinato de 30 soldados de la base militar estadounidense y de dos agentes de la policía con los que el presunto autor de la matanza de Fort Hood intercambió disparos antes de ser alcanzado por una bala.
Hasan, que sobrevivió en el tiroteo, sufre parálisis de la cintura para abajo y sigue hospitalizado, según indica la cadena de televisión ABC en su edición digital.
El mayor será juzgado en un tribunal militar y no se descartan más cargos contra el musulmán a medida que avanza la investigación.
La pena de muerte es una posible opción para la fiscalía, pero ese tipo de sentencia es rara en la justicia militar estadounidense, que no ha ejecutado a ningún condenado en medio siglo.
El Ejército pretende evaluar además la salud mental de Hasan, al considerar que la magnitud y la gravedad de los delitos cometidos presuntamente por él inducen a pensar que el musulmán "carece de responsabilidad y de capacidad mental", según un correo electrónico enviado al abogado del acusado por el comandante de la unidad de Hasan, el capital James Huber y publicado por la televisión ABC.
Galligan explicó hoy al programa Good Morning America de esa cadena de televisión que contempla apoyar su defensa en la supuesta deficiente salud mental de su cliente.
Aparte de la investigación criminal que se está llevando a cabo, la Casa Blanca y el Pentágono han ordenado sendas indagaciones en el origen de la matanza y las posibles deficiencias de la seguridad, la asistencia médica y psicológica y de inteligencia del Ejército y de otras agencias y departamentos gubernamentales afectados.
En los días siguientes a la matanza se supo que Hasan había manifestado ideas extremistas y algunos colegas expresaron dudas sobre su estabilidad mental.
En Fort Hood se concentran los soldados que van a ser desplegados en Afganistán e Irak y el presunto autor de la matanza se había aparentemente negado a ser enviado a la guerra.
También salió a la luz que había mantenido contacto con el clérigo radical Anwar alAwlaki.
Las agencias de inteligencia consideraron que los contactos con AlAwlaki en ese momento respondían a un trabajo de investigación que realizaba Hasan y no tomaron medidas contra él.
Las autoridades creen que, pese a ese vínculo con AlAwlaki, Hasan actuó solo y sin incitación externa, aunque ha habido voces que han pedido que se investigue si se trató de un ataque terrorista.