Un jurado de investigación del Condado Cuyahoga, en Ohio, presentó hoy 329 cargos contra Ariel Castro, acusado de mantener en cautiverio a tres mujeres durante una década.
Los cargos contra Castro, de 52 años, están relacionados con el secuestro y violación de Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight, quienes fueron rescatadas el pasado 6 de mayo.
"Los cargos presentados hoy representan un primer gran paso en el proceso de justicia criminal. Nuestra investigación continúa, y presentaremos nuestros resultados al gran jurado", explicó el fiscal del Condado de Cuyahoga, Timothy McGinty.
Los cargos que pesan contra Castro incluyen 139 por violación, 177 cargos de secuestro, siete de "imposición sexual", tres de ataque con agravantes, uno de posesión de herramientas criminales y otro de homicidio con agravantes.
El cargo de homicidio con agravantes tiene que ver con la muerte de un feto, cuando Castro presuntamente dejó embarazada a una de sus víctimas y posteriormente le causó la muerte, según McGinty.
Castro será instruido formalmente de los cargos cuando tenga que comparecer ante un tribunal la próxima semana, y será entonces cuando se asigne el juez que llevará el caso, explicó McGinty.
Según las autoridades, los cargos cubren el período entre agosto de 2002, cuando desapareció Knight, la primera víctima de Castro, hasta febrero de 2007.
El abogado defensor, Craig Weintraub, dijo a los periodistas que aún no había revisado el documento de 142 páginas que contiene los cargos en contra de Castro.
Castro permanece bajo custodia policial en una cárcel del condado y afronta una fianza de ocho millones de dólares.
Una vez que un comité especial revise los cargos presentados contra Castro, la fiscalía evaluará si recomienda la pena de muerte, según dijo McGinty.
Las tres mujeres, Berry, de 27 años; DeJesús, de 23, y Knight, de 32, han regresado a vivir con sus familiares, pero sus abogados han pedido a los medios de comunicación que respeten su derecho a la vida privada.
Berry tuvo una hija con Castro y, según un informe policial, éste no sólo obligó a Knight a que la ayudase a dar a luz en una piscina inflable, sino que la amenazó de muerte si el bebé, que dejó de respirar brevemente, fallecía.
Knight salvó la vida del bebé, ahora una niña de 6 años, con la ayuda de respiración artificial.