La última modificación al Plan Regulador Metropolitano (PMRS-100) sumó 10.234 hectáreas de suelo urbanizable a Santiago, repartidos en nueve comunas del sector suroriente de la capital. A 16 meses de que se aprobara ese cambio, las primeras iniciativas para desarrollar proyectos inmobiliarios en esos nuevos terrenos ya están en marcha: se trata de dos propuestas, una en Quilicura y otra en San Bernardo, que en los próximos días serán ingresadas a la Seremi de Vivienda para sus análisis.
"Efectivamente han habido interesados en formular propuestas y proyectos en la zona de expansión del PMRS-100. Hasta el momento, eso se ha manifestado en dos iniciativas, una en Quilicura y otra en San Bernardo, que se han traducido en consultas para que nosotros informemos con más precisión sobre los aportes viales y las áreas verdes", dijo Aldo Ramaciotti, Secretario Regional Metropolitano de Vivienda. "Ambos nos han anunciado que, en los próximos días, van a formular el Plan Maestro de los proyectos (...). Son desarrollos inmobiliarios y conoceremos sus detalles próximamente", agregó.
Las consultas de los interesados apuntan a que los nuevos terrenos tienen una densidad baja (de 16 habitantes por hectárea, según lo establece en el PMRS-100), pero, acogiéndose a esa misma norma en lo relativo a la mitigación y construcción de áreas verdes y vialidad, "las zonas pueden aumentar la densidad y construir loteos habitacionales más densos", explicó Ramaciotti.
Luego de ser validados en la Seremi, las propuestas podrán ser ingresadas en las respectivas Direcciones de Obras Municipales para dar curso a su ejecución. En el caso de Quilicura, se trata de una inicitiva inmobiliaria que se desarrollaría en un paño de 60 hectáreas. La iniciativa de San Bernardo, en tanto, involucra un área más grande, cercana a las 280 hectáreas, y es impulsada por un consorcio de, al menos, tres empresas. Ambas sumaron 1.809 y 1.633 hectáreas respectivamente (ver infografía).
"Esto demuestra que la planificación de la ciudad, con condiciones, funciona en el largo plazo y con el desarrollo de grandes proyectos, donde las externalidades que se mitigan son variadas e importantes para la ciudad", comentó el director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, Vicente Domínguez. "Según entiendo, otros proyectos podrían sumarse en el curso de este año", agregó.
Respecto a los 16 meses que pasaron para que aparecieran las primeras iniciativas, Pablo Alvarez, gerente de Vivienda y Urbanismo de la Cámara Chilena de la Construcción, comentó que "el instrumento impone numerosas exigencias a los nuevos desarrollos, tanto en materia de mitigación (áreas verdes, vialidad, equipamiento), como en términos de realización de estudios". Según Alvarez "el texto aprobado tiene aspectos poco claros, que requieren de una interpretación por parte de la autoridad, lo que también ha demorado la toma de decisión de inversiones".
COMUNAS DE INTERÉS
El cambio regulatorio, que se impulsó en 2006 y fue debatido por siete años, estipula que un proyecto debe comprender un paño de 60 hectáreas como mínimo, además de incluir un porcentaje para viviendas sociales y áreas verdes. "Si hubiera existido un desarrollo habitual, tendríamos una sumatoria infinita de pequeños loteos, como ocurrió con Pedro de Fontova, que es un ejemplo de lo que ocurre cuando no existe planificación. Esta norma permite generar equipamiento y viviendas sociales significativas", recalcó Ramaciotti.
El alcalde de Quilicura, Juan Carrasco, dijo estar al tanto de estas propuestas, pero recalcó que "eso no significa que se hagan los proyectos". Subrayó que uno de sus intereses es que las propuestas vayan de la mano con la construcción de un parque, en el estero Las Cruces, y agregó que "hemos solicitado que exista una integración con las viviendas sociales de la comuna".
Sobre la razón de que una de las primeras propuestas se ejecute en Quilicura, Carrasco dijo que "la extensión del Metro genera cierto interés y existe una mejor calidad de vida (…). Los proyectos de viviendas se venden rápido acá", agregó.
En el caso de San Bernardo, Cristopher Karamanoff, Director de Obras de la municipalidad, recalcó que la eventual ejecución de proyectos, "va generar medidas de mitigación y otras obras de impacto en la comuna. Tener 10 mil habitantes nuevos más no es fácil y habrá impactos ambientales y viales".