Ucrania y los rebeldes prorrusos del este del país acordaron hoy una nueva tregua a partir del 9 de diciembre con mediación de Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, encomendó a los ministros de Defensa e Interior, a los servicios de seguridad y a la Guardia Nacional que tomen las medidas necesarias para garantizar el cese de las hostilidades en la zona.

El acuerdo fue confirmado por representantes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, que controlan menos de la mitad del territorio de esas regiones orientales. 

No obstante, el líder separatista en Lugansk, Ígor Plotnitski, matizó que el acuerdo aún no ha sido plasmado documentalmente, por lo que la fecha podría variar.

"El acuerdo era que la tregua la necesitamos todos", dijo.

En cuanto a las opciones de que, en esta ocasión, ambos bandos respeten la tregua, el viceprimer ministro del Gobierno separatista de Donetsk, Andréi Purguin, respondió: "No soy adivino".

Las fuerzas gubernamentales y las milicias separatistas acordaron a principios de esta semana un alto el fuego en el aeropuerto de Donetsk, epicentro de los más cruentos combates desde hace semanas, pero ambas partes se acusan desde entonces de violarlo.

El mando militar ucraniano ha reconocido que más de 400 soldados han perdido la vida en combates con las milicias prorrusas desde el anterior alto el fuego, declarado el pasado 5 de septiembre tras negociaciones en Minsk. 

Por el momento, los bandos no han logrado acordar una línea de separación ni han retirado el armamento pesado de la zona de seguridad de 30 kilómetros, a lo que se comprometieron al firmar el 19 de septiembre el Memorándum de Paz de Minsk.