En la cumbre del cerro Armazones, en el árido desierto del norte de Chile, la presidenta Michelle Bachelet colocó este viernes la "primera piedra" para la construcción del telescopio más grande del mundo, que permitirá estudiar agujeros negros, galaxias y materias insospechadas.
En una ceremonia a 3.046 metros de altura sobre el nivel del mar, el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) dio el primer paso para desarrollar el Telescopio Europeo Extremandamente Grande (E-ELT), que debe estar listo hacia el 2024.
"Lo que se levanta es más que un telescopio: aquí vemos uno de los mayores exponentes de las posibilidades de la ciencia", dijo Bachelet en su cuenta de red social Twitter.
https://twitter.com/mbachelet/status/868196188713099265
El ELT contará con un espejo primario de 39 metros y será el telescopio óptico e infrarrojo cercano de mayor envergadura, capaz de captar una 15 veces más luz que los telescopios ópticos más grandes de hoy.
La instalación permitirá abordar desafíos científicos como el descubrimiento de exoplanetas similares a la Tierra, la observación de las primeras estrellas y el análisis de la naturaleza de la materia y energías oscuras.
El E-ELT, que demandará una inversión de unos 1.500 millones de dólares, estará a unos 130 kilómetros al sur de la ciudad costera de Antofagasta y a unos 20 kilómetros de Cerro Paranal, lugar donde está el Very Large Telescope de ESO.
El consorcio ACe, liderado por la italiana Astaldi, Cimolai y el Grupo EIE, estarán a cargo de la construcción de la cúpula y la estructura principal del telescopio, que tendrá un peso de 3.000 toneladas.
La construcción del E-ELT se suma a una nueva generación de telescopios extremadamente grandes que se construyen en el norte de Chile, zona que ofrece condiciones climatológicas únicas para la observación astronómica.