Al llegar ayer en la mañana a La Moneda, el renunciado ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, se bajó de su automóvil, hablando por celular.
Mientras caminaba, sin despegarse de su iPhone gris, sólo hizo un movimiento de cabeza en señal de saludo a la prensa que los esperaba en la puerta de calle Morandé 80. Más tarde el ministro sostuvo una larga reunión con la Presidenta Michelle Bachelet.
La pregunta de Don Francisco que desató la respuesta sorpresiva de Bachelet, aludía precisamente al jefe de gabinete. En el mundo político interpretaron que la respuesta de Bachelet, con voz quebrada, era una señal de que en el ajuste saldrá el titular del Interior y todo el equipo político, integrado por Ximena Rincón (DC), Alberto Arenas (PS) y Álvaro Elizalde (PS).
Ayer la jefa de gabinete presidencial, Ana Lya Uriarte, fue la encargada de iniciar un sondeo de nombres con los presidentes de la Nueva Mayoría. A ellos, Uriarte les avisó también que hoy la Mandataria tomará contacto para informarles detalles del cambio de ministros. Luego de eso, el anuncio del nuevo gabinete se realizaría pasado el mediodía.
En este escenario, el mismo Peñailillo, según cercanos, ha transmitido que si la Presidenta decide removerlo, no necesita ser compensado con otra designación.
La preocupación por la eventual salida definitiva del ministro fue admitida ayer por el presidente del PPD, Jaime Quintana. "Sería doloroso para el PPD, no lo puedo negar. Por lo que representa el ministro, por su identificación con la Nueva Mayoría, por su lealtad al programa y la Presidenta (...) Al ministro Peñailillo no hay que juzgarlo por las últimas semanas, sino por los 14 meses de su gestión", dijo Quintana.
Pero las críticas del PS Osvaldo Andrade, y de otras figuras socialistas cercanas a Camilo Escalona por las asesorías de Peñailillo a Giorgio Martelli -un conocido operador político y recaudador de fondos para campañas- habrían mellado de forma irreversible la imagen del ministro y su sitial de priviligio.
Por esa razón, en el PPD argumentan que sería una señal negativa que Bachelet termine cediendo la cartera de Interior a quienes lideraron esa "campaña". Ahí las miradas apuntan al subsecretario Mahmud Aleuy.
Alternativas a Peñailillo
Fuentes del PPD sostienen que si bien están resignados a la salida de Peñailillo, disputarán el derecho de permanecer en la jefatura del Interior. El principal nombre que proponen es el de Nicolás Eyzaguirre, actual titular de Educación. Para ese cargo también postulan al canciller Heraldo Muñoz.
Diversos sectores de la DC también están interesados en recuperar la jefatura de gabinete, que fue ejercida por miembros de la Falange en el primer gobierno de Bachelet. Algunos grupos DC postulan al actual ministro de Defensa, Jorge Burgos, aunque otros prefieren al diputado Aldo Cornejo, quien en 2008 y a fines del año pasado, era dado como carta segura para asumir como ministro de La Moneda, en Interior o la Secretaría General de la Presidencia (Segpres).
En la Falange también se menciona a Edgardo Riveros, hoy subsecretario de RR.EE., como nuevo titular de la Segpres. Otros dirigentes de la DC abogan por apostar a la cartera de Hacienda. No obstante, el PPD ya advirtieron al gobierno que sería un retroceso del punto de vista del programa si Hacienda es asignada a un DC.
En tanto, en el PS, conscientes de su margen de acción, están llanos a la salida de Arenas desde Hacienda, pero apuestan por mantener la jefatura económica con el titular de Energía, Máximo Pacheco. Para esa cartera también suenan el DC José de Gregorio, Mario Marcel (PS) y una vez más, Eyzaguirre.
Otro socialista, eso sí para la Segpres, es el actual senador Carlos Montes, cuyo nombre es promovido por cercanos a la futura presidenta PS, Isabel Allende.