Antes de reunirse hoy con el Papa Francisco en el Vaticano, la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sufrió un esguince menor. Debido a esto, la Mandataria fue atendida en el hospital Umberto I de la capital italiana, donde se le realizó una resonancia magnética para conocer el alcance de la torcedura.
Posteriormente, Fernández llegó a la Casa Santa Marta, residencia del pontífice y ex arzobispo de Buenos Aires, cojeando visiblemente ya que llevaba una bota negra que le inmovilizaba el tobillo de la pierna izquierda.
La jefa de Estado argentina explicó a la prensa que había llegado tarde al almuerzo con el líder de la Iglesia Católica, debido a este percance. Los portavoces de la delegación argentina explicaron después que la Presidenta se había accidentado, mientras caminaba por su habitación del hotel antes de la audiencia con el Papa.
Cristina Fernández llegó ayer a Roma, primera etapa de un viaje por Europa en el que visitará también París, donde se entrevistará con el Presidente francés, Francois Hollande, y participará en la inauguración del Salón del Libro de la capital francesa, para regresar el jueves a Buenos Aires.