Luego de varios días de manifestaciones, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff habló en cadena nacional y llamó a un gran pacto para generar reformas sociales y políticas.

Rousseff recordó que "Brasil luchó mucho para tornarse un país democrático y estamos luchando mucho para ser un país más justo" y que para transformarse en el país que la gente quiere hay que "fortalecer la democracia, los poderes ciudadanos y de la república".

La mandataria señaló que "los manifestantes tienen el derecho y la libertad de cuestionar todo, de proponer, de exigir cambios", pero fue clara en indicar que debe ser de forma "pacífica y ordenada" y que "el gobierno y la sociedad no pueden aceptar que una minoría violente de manera autoritaria el patrimonio público y privado".

"Tengo el deber de prohibir dentro de la ley este tipo de violencia, con equilibrio y serenida, pero con firmeza vamos a continuar garantizando los derechos y libertades de todos".

Rousseff dijo que este era el momentos para producir reformas y que "tenemos que aprovechar el rigor de estas movilizaciones para producir más cambios, que beneficien a la población brasileña en su conjunto".

"Voy a llamar e invitar a los gobernadores y alcaldes de las principales ciudades del país para un gran pacto en torno a la mejora de los servicios públicos", agregó.

Explicó que el foco de las reformas serán "la elaboración de un plan nacional de movilidad urbana que privilegie el transporte colectivo", destinar una gran cantidad de recursos a la "educación nacional" y "traer médicos del exterior para mejorar la atención del sistema de la salud".

También anunció que va a recibir "a los líderes de las manifestaciones políticas, los representantes de las organizaciones de jóvenes, los sindicatos de los movimientos de trabajadores y de las asociaciones populares", porque "necesitamos de sus contribuciones, de sus reflexiones, de sus experiencias, de su energía y creatividad y de su capacidad de cuestionar errores del pasado y el presente".

"Necesitamos oxigenar nuestro sitema político, encontrar mecanismos que hagan de nuestras instituciones más transparentes, más resistentes a los errores y sobre todo más permeables a las necesidaddes de la sociedad. Tenemos que hacer un esfuerzo para que el ciudadano tenga mecanismos de control más exigentes y efectivos sobre sus representantes y formas más eficaces de combate a la corrupción", agregó

Por último, respecto a los dineros ocupados en la Copa del Mundo, aclaró que lo gastado salió de empresas privadas y que "jamás permitiría que estos recursos se gastaran de los sectores prioritarios del gobierno".