La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó hoy que la renovación del Protocolo de Kioto es "esencial" para el futuro del planeta y consideró "problemático" el rumbo que han tomado las discusiones en la XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17).
"Estamos viendo una situación un tanto problemática en Durban y esperamos que haya una decisión más adecuada sobre la cuestión del clima", declaró Rousseff en un acto público celebrado en Brasilia.
La jefa de Estado reiteró que "la posición de Brasil es a favor" de una renovación del Protocolo de Kioto, que consideró "esencial", pues ese documento suscrito en 1997 establece compromisos legalmente vinculantes de reducción de emisiones de gases contaminantes.
En las negociaciones que se desarrollan en Durban (Sudáfrica), sede de la COP17, esa es la postura que defiende la gran mayoría de los países en desarrollo.
Sin embargo, Rusia, Japón y Canadá han dicho que no renovarán el tratado mientras sus principales competidores comerciales, que son China, India y Estados Unidos, no asuman compromisos similares. Estados Unidos ni siquiera llegó a ratificar el Protocolo, que expira a fines de 2012 y es el único tratado vinculante sobre recorte de emisiones que existe.
Rousseff reiteró hoy que, independientemente de lo que se decida en Durban, Brasil tiene "sus propias iniciativas", que oficializó en la COP15, celebrada en Copenhague en 2009.
En esa cumbre, Brasil presentó unas metas voluntarias basadas en una reducción del 36,1% al 38,9% de sus emisiones hasta el año 2020, que se lograría, sobre todo, con una disminución del ritmo de deforestación amazónica de un 80%.
Sin embargo, grupos defensores del medio ambiente sostienen que Brasil no llegará a cumplir con esas metas, sobre todo si aprueba una polémica reforma de sus leyes forestales que hoy será votada en el Senado.
Contra esa reforma se volvió a manifestar hoy el grupo ecologista Greenpeace, que en un acto celebrado ante el Senado sostuvo que ese nuevo conjunto legal anulará los avances que Brasil ha experimentado en los últimos años en términos de reducción de la deforestación en la Amazonía.
"Esa reforma va a propiciar un aumento de la deforestación en la Amazonía, perdonará a quienes talaron los bosques en forma ilegal y abrirá brechas para nuevos asentamientos" en el mayor pulmón vegetal del planeta, denunció la ingeniera agrónoma Tatiana de Carvalho, del capítulo brasileño de Greenpeace.