El Presidente de Afganistán, Hamid Karzai, acusó hoy a un grupo con base en Pakistán del atentado que ayer causó la muerte en Kabul de 58 fieles de la corriente islámica minoritaria chiita y dejó heridos a 130 personas.
"El atentado suicida sin precedentes contra el santuario chiita fue planeado en Pakistán", denunció Karzai durante una visita a un hospital de Kabul en el que se encontraban varias víctimas del ataque, según el canal televisivo local Shamshad. Por ello pretende abordar el tema con las autoridades del vecino país.
Según los analistas, el mandatario afgano hizo alusión a la organización extremista de corte sectario Lashkar-e-Jhangvi, a la que se atribuye un gran número de acciones terroristas en suelo paquistaní contra miembros de minorías religiosas, según detalla la agencia Efe.
Al atentado de ayer en Kabul se unió otro en la localidad septentrional de Mazar-i-Sharif, también dirigido contra la corriente chiita, que dejó cuatro muertos.
Los chiitas representan casi el 20 % de la población de Afganistán, donde predomina la corriente sunita, en la que se enmarca la insurgencia talibán.
Los talibanes, no obstante, condenaron ayer mismo el doble ataque y mantuvieron que su movimiento integrista "no permite atacar a afganos en nombre de su religión, tribu o procedencia".
La embajada estadounidense en Kabul informó hoy que entre las víctimas hay también un ciudadano de esa nacionalidad, que sin embargo no era funcionario del gobierno y estaba en el país por motivos privados, consigna, por su parte la agencia Dpa.