El Presidente de Alemania, Christian Wulff no permitirá que el diario Bild, el más vendido de Alemania, haga público el buzón de voz que el 12 de diciembre dejó grabado en el teléfono del director del medio, Kai Diekmann.

"Las palabras que pronuncié en un momento de emotividad sólo iban dirigidas a ustedes, a nadie más", justificó el  en una carta enviada hoy a Diekmann, quien había pedido autorización por escrito al Presidente.  "Ya me disculpé y en eso debe quedar el asunto", agregó Wulff según la agencia de noticias Reuters.

En el mensaje de voz, según informó Bild, el mandatario amenazó con iniciar una querella contra el periodista responsable de la publicación o incluso con romper toda relación con el grupo editorial Axel Springer, uno de los mayores de Europa.

Esto aumentó la presión sobre Wulff, cuestionado ya desde hacía semanas por amplios sectores de la población por haber pedido prestado medio millón de euros a una pareja de amigos empresarios para costear una casa para su segunda mujer, Bettina, cuando gobernaba Baja Sajonia, en 2008.

CRITICADO PRESTAMO

El escándalo surgió cuando a mediados de diciembre, Bild hizo la revelación.

Al ser interrogado por el Parlamento regional, Wulff negó que tuviera algún negocio personal con el empresario, ocultando que la mujer de éste le había prestado la considerable cantidad. Después decidió cambiar el crédito personal por uno en el banco estatal BW Bank y, según los medios, había recibido un trato preferencial. El Presidente, sin embargo, niega esas acusaciones. "Las condiciones eran las usuales", aseguró en la entrevista del miércoles.

Luego de esto el diario denunció las vacaciones de Wulff y su esposa en domicilios lujosos de acaudalados amigos, en el norte de Alemania, España, Italia y Florida. En la entrevista, Wulff rechazó todas las críticas que le hicieron por su cercanía a acaudalados empresarios. "También como político debe uno poder pasar la noche en casa de amigos", dijo.

En sus declaraciones de ayer en entrevistas televisiva, reconoció el "grave error" que cometió al llamar personalmente al director del diario Bild, el que desveló la información, para intentar convencerlo de que no hiciera público el caso. Wulff afirmó que nunca intentó impedir que el diario sacara a la luz su informe, según él sólo buscaba aplazar su publicación hasta que regresara de un viaje oficial a la región del Golfo Pérsico. En la declaración, los asesores jurídicos no hicieron sin embargo referencia al tema y se remitieron a las declaraciones públicas realizadas por Wulff.

Pero ni la entrevista ni la declaración de hoy lograron frenar la creciente presión contra el Presidente. Según la última encuesta emitida por la televisión pública ARD, sólo un 47% de los alemanes considera que debería mantenerse en el poder. El 50% opina que debería dimitir por su falta de claridad respecto al polémico crédito y por las amenazas a periodistas. El lunes, ese porcentaje sólo llegaba al 34%.

Según la agencia Efe, Incluso los medios locales consideran que ya no está en condiciones de seguir siendo la máxima autoridad en Alemania. "Wulff es el primer presidente de Alemania que se tiene autocompasión", escribió hoy el diario "Süddeutsche Zeitung". Se trata de un Presidente "que se aferra a su cargo porque es en lo único en lo que puede apoyarse".

El semanario "Der Spiegel" titula en su edición online "Wulff se jugó el honor" y para "Stern", "a Wulff, desde hace tiempo no le preocupa su cargo. Se trata sólo de su carrera política, de él y sólo de él". El económico "Financial Times Deutschland" insiste en que Wulff ya no puede mantenerse en el poder. "El Palacio presidencial de Bellevue se ha convertido en el palacio de los fantasmas. Su señor ha sido abandonado por todos los buenos espíritus", escribió.