El presidente federal de Alemania, Christian Wulff, expresó "vergüenza e indignación" por los crímenes racistas cometidos por ultraderechistas en la última década al cumplirse hoy el septuagésimo aniversario de la llamada "Conferencia de Wannsee", donde se dispuso el genocidio de los judíos de Europa.
El 20 de enero de 1942, 15 altos jerarcas nazis se dieron cita en la mansión a orillas del Lago Wannsee para sellar el asesinato sistemático de los judíos europeos. "Haremos todo lo posible para que el terror y el odio asesino al extranjero y a lo foráneo nunca vuelvan a tener un lugar en Alemania", aseguró el jefe de Estado alemán durante una ceremonia en el memorial de Wannsee, cerca de Berlín.
Wulff indicó que el antisemitismo del Estado nazi había sido alimentado y sostenido por el antisemitismo en la sociedad. Por ello, dijo, es una tarea nacional mantener viva la memoria del genocidio judío. "No podemos olvidar que lo increíble e inimaginable realmente sucedió".
El presidente alemán garantizó a los judíos de todo el mundo el respaldo de Alemania en caso de estar en peligro o ser perseguidos. Asimismo destacó el apoyo incondicional de Alemania a Israel.
Al acto asistió también el ministro israelí Yossi Peled, quien sobrevivió el Holocausto bajo falsa identidad en la Bélgica ocupada por los nazis. De su familia sólo sobrevivió su madre en el campo de exterminio de Auschwitz.