El presidente de Cataluña, Artur Mas, dijo que el rechazo a la independencia de Escocia no es un revés para el proceso de soberanía de la región, y destacó que firmará un decreto para convocar a una votación sobre la escisión el 9 de noviembre, una medida muy resistida por Madrid.
En una larga y esperada comparecencia en la que prefirió quedarse con el "ejemplo democrático" del referéndum escocés más allá del resultado, Mas dijo que, pese al triunfo del "No", el proceso en el Reino Unido es un ejemplo a seguir y debería inspirar al Gobierno central.
"Firmaré un decreto para la consulta en Cataluña, de hecho, convocaré a esta consulta para el 9 de noviembre, como fue acordado hace unos meses con la mayoría de las fuerzas políticas catalanas", sostuvo Mas.
"Después de lo que ha ocurrido (en Escocia) el proceso continúa y va hacia adelante (...) El proceso catalán sale claramente reforzado, independientemente de que cuando se vota hay que aceptar el resultado", agregó.
A diferencia de Londres, que permitió el referéndum y negoció sus términos con Escocia, el Gobierno español del conservador Partido Popular ha anunciado que anulará la consulta catalana por ir en contra de la Constitución.
"Votar une, no separa, lo que separa es no dejar votar", dijo Mas en un claro mensaje al Gobierno del presidente Mariano Rajoy tras felicitar a los británicos por una "gran lección de democracia".
El movimiento independentista catalán ha cobrado impulso en los últimos años, que han estado dominados por una profunda recesión y los recortes del gasto público.
Cientos de miles personas se manifestaron en Barcelona la semana pasada, reivindicando el derecho a realizar una consulta, y los sondeos muestran que alrededor del 80 por ciento de los catalanes quiere decidir sobre su independencia, incluso aunque no esté a favor de ella.
GOBIERNO CELEBRA RESULTADO ESCOCIA
Por su parte, el Gobierno español dijo que el rechazo de escocés a la independencia es "una buena noticia".
Rajoy, quien felicitó a los escoceses por permanecer en Reino Unido y la Unión Europea, destacó que esa consulta respetó la legalidad de su país, en una crítica hacia Mas.
"Los escoceses han evitado las graves consecuencias económicas, sociales, institucionales y políticas", dijo Mariano Rajoy en un video colgado en la página web del Gobierno.
En tanto, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, insistió en que la consulta catalana no se puede realizar. "Al respecto se ha pronunciado el Parlamento español, señalando que el referéndum es contrario a derecho", explicó.
En cuanto a si habría margen para que Cataluña negocie con el Gobierno central una mayor autonomía, como se ha prometido en Reino Unido para Escocia, Sáenz dijo que en España las autonomías tienen ya amplias competencias y que no se puede negociar bajo amenazas.
"Los gobernantes tienen que saber que las leyes les comprometen y les obligan y tienen que cumplirlas (... ) hay un modelo de financiación autonómica que tiene que ser actualizado (pero) desde luego eso no se puede ligar a ningún proceso en el que alguien diga 'no voy a cumplir la legalidad a ver si me dan algo por incumplirla'", declaró.
Varios ciudadanos catalanes dijeron que Escocia les había dado un modelo a seguir, independientemente del resultado.
"Lo que está claro es que la gente quiere votar", dijo Josep Roda, un abogado de 55 años, en Barcelona. "Escocia es una buena señal para que la gente pueda expresarse como quiere".
Pero otros expresaron decepción ante el resultado escocés, que vio el rechazo aprobado con un margen de 10 puntos porcentuales, mayor de lo que vaticinaban los sondeos previos.
"A mí, como catalán, me habría gustado que saliera que sí a la independencia porque habría sido como un soplo para nosotros", dijo Jordi Prosa, un gestor empresarial de 54 años.