"China es nuestro primer socio comercial y creemos que hay un amplio espacio para seguir creciendo (...). A lo largo de toda su historia hemos sostenido muy buenas relaciones políticas". Las palabras corresponden a la Presidenta Michelle Bachelet en noviembre de 2014, tras sostener una reunión bilateral con el Presidente de ese país, Xi Jinping, en el marco de la Cumbre Apec en Beijing.

Hoy, dos años después, ambos mandatarios volverán a reunirse, esta vez en La Moneda. Chile es el destino final de la gira que el líder del gigante asiático está realizando por países de Latinoamérica. Primero fue Ecuador y luego Perú, donde el domingo se sumó a la cumbre 2016 de la Apec.

Xi Jinping -quien ha sido motejado como el nuevo Mao Zedong, luego de que en octubre el Partido Comunista elevara su estatus a "líder central", lo que equipara su poder individual al que tuvo el padre de la revolución china- tiene previsto arribar a Santiago hoy, a las 16 horas.

Según la agenda que maneja el gobierno, inmediatamente después de que su vuelo aterrice, su comitiva se trasladará hasta la Plaza de la Constitución para participar de una ofrenda floral y luego será recibido en audiencia por la Presidenta Bachelet a las 16.30, en el Palacio de Gobierno. Una cita en la que también estaría presente el canciller Heraldo Muñoz.

Durante su estadía en Chile, Xi Jinping tiene contemplada la suscripción de una serie de acuerdos bilaterales de cooperación económica destinados a profundizar el tratado de libre comercio suscrito entre ambos países en 2005.

"Latinoamérica y el Caribe es un lugar muy importante para China", dijo hace unos días el viceministro de Relaciones Exteriores de ese país, Li Baodong.

Críticas a visita

Pese a las expectativas por la visita de Xi Jinping, considerando las oportunidades de negocios que representa el mercado chino, el principal socio comercial del país, su estadía en Chile no se vislumbra exenta de controversia.

Algunos parlamentarios de la DC cuestionaron la visita del líder comunista apuntando a los cuestionamientos que ha recibido el gobierno chino en materia de respeto a los derechos humanos.

"Nunca puedo considerar como grata la visita de un dictador a Chile", advirtió ayer el diputado y vicepresidente de la DC, Matías Walker.

El parlamentario falangista agregó que "los gobiernos que defienden libertad económica y autoritarismo en lo político, al igual como ocurrió con Pinochet, siempre tendrán nuestro repudio".

La gestión de Xi Jinping desde que asumiera la presidencia de su país, en marzo de 2013, de hecho, ha sido blanco de críticas por la dureza con que ha enfrentado a la disidencia en su país.

La propuesta de designar a Xi Jinping como "líder central" del PC chino fue resistida en un comienzo, donde algunos dirigentes advertían el regreso a un autoritarismo sin contrapeso y el fin de acuerdos de reparto de poder al interior del partido.

Por la noche de hoy, el gobierno chileno también tiene programado realizar una cena en honor del presidente chino y su comitiva.