El potencial astronómico de Chile y las maneras en que puede ser mejor explotado fueron el tema central del coloquio "Chile plataforma astronómica mundial: un desafío estratégico para la política exterior", organizado por la Academia Diplomática de Chile Andrés Bello y la Fundación Imagen de Chile.
La falta de institucionalidad para la ciencia repercute también en esta área, señaló el astrónomo Mario Hamuy, presidente de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) y asesor científico presidencial. "La institucionalidad en ciencia y tecnología está dispersa en distintas agencias, en distintos ministerios que no se coordinan debidamente, algo parecido, pero en menor escala, ocurre en la astronomía chilena", dice.
El encargado de liderar el proyecto para el futuro Ministerio de Ciencia y Tecnología, agrega que habiéndose desarrollado tanto la astronomía nacional -en investigación, número de estudiantes y centros astronómicos- es hora de pensar cómo se planteará el futuro. "Hace mucha falta definir una estrategia política, acciones o un plan de acción que involucre no sólo el desarrollo de la investigación, también la astroingeniería, el desarrollo turístico, cómo instalamos la astronomía como entidad nacional desde muy temprana edad, cómo la instalamos en el currículo del Ministerio de Educación", indica.
El embajador Gabriel Rodríguez, director de la Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación (Decyti) de la Cancillería, subrayó la necesidad de proteger los llamados "laboratorios naturales", entre ellos los cielos. "Son de cierta manera, patrimonio del mundo y nosotros somos los guardianes. Si queremos apoyar la astronomía tenemos que mantener los cielos oscuros, proteger la biodiversidad, la limpieza del océano", dijo.
"Debería haber una foto del cielo de Chile en cada embajada chilena en el mundo", propuso el astrónomo Massimo Tarenghi, exdirector del Observatorio Europeo Austral (ESO). Su mensaje iba para quienes serán los futuros embajadores y diplomáticos chilenos, que deberán continuar llevando el mensaje sobre el potencial del país para la astronomía.
No fue la única recomendación. El astrónomo italiano -que lleva 40 años en Chile- señaló que debería apoyarse el crecimiento de la astrobiología, clave para estudiar la vida en otros planetas. También el crecimiento de la astroingeniería y astrocomputación, agregó el astrónomo Christopher Smith, director del consorcio AURA en Chile.
Temas en los que ya se está trabajando, aunque de manera incipiente, y en los que los chilenos han demostrado sus posibilidades, creando una banda para el radiotelescopio Alma, por ejemplo, investigación que llevó a patentar una antena para wifi, un radar para celulares y hasta un dispositivo para medir la humedad en las maderas, destacó la astrónoma María Teresa Ruiz.