Tensas negociaciones se vivieron ayer entre la banca y AquaChile para lograr un acuerdo que permita repactar deudas por unos US$ 380 millones. El presidente de la mayor salmonera chilena, Víctor Hugo Puchi tuvo que intervenir personalmente, en circunstancias que se había mantenido al margen de la negociación y había dejado las conversaciones en manos del asesor financiero IM Trust.

Según fuentes de la banca que participaron en las negociaciones en la tarde de ayer, Víctor Hugo Puchi comunicó personalmente al Banco de Chile que estaba dispuesto a dejar en prenda a los bancos acreedores sobre el 50% de las acciones.

Luego, pasada a las 20:00 horas el empresario llegó al edificio corporativo del BCI para explicar su posición al resto de los bancos, que estaban reunidos en esas dependencias desde las 18.00 horas. Ahí fue recibido por el gerente general del Banco de Chile, Fernando Cañas.

El porcentaje de las acciones que dejaría AquaChile en prenda fue la traba final de las conversaciones que mantuvieron ambas partes en los últimos meses. De hecho ese factor impidió que el miércoles los bancos y las salmoneras alcanzaran un acuerdo, en un encuentro que sostuvieron en el edificio del BCI.

En esa reunión la banca flexibilizó sus demandas y acercó posiciones con AquaChile en gran parte de los puntos considerados en la repactación. Ahí se definió con la salmonera, que los nuevos créditos tendrían una tasa fija de 2,5% y mantendrían entre 3 a 5 años de gracia.

Sin embargo, las negociaciones se trabaron porque no hubo acuerdo sobre el porcentaje que los dueños de AquaChile dejarían en prenda a los bancos. Según ejecutivos de la banca Víctor Hugo Puchi, no estaba de acuerdo con dejar el 100% de las acciones en garantía, como lo hizo Invertec. Más bien, estaba dispuesto a ceder un porcentaje menor al 50%, que no pusiera en riesgo el control de la salmonera que comporarte con la familia Fischer.

Esta posición fue rechazada por los ejecutivos del sistema financiero, quienes consideraron que era necesario mantener en prenda el control de AquaChile, en caso que la empresa no pudiera cumplir en el futuro con sus compromisos financieros.

Por eso, ayer al mediodía el presidente de SalmonChile, Cesár Barros, ratificó que las conversaciones continuaban porque habían puntos pendientes.
Hasta el cierre de esta edición la banca y Puchi continuaban reunidos en el edificio corporativo del BCI.