El Presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció ayer en Montevideo "la mano del imperialismo" en el golpe de Estado que derrocó al Presidente constitucional de Honduras Manuel Zelaya.

Ampliando su denuncia efectuada en La Paz antes de viajar a Montevideo para una visita de pocas horas, el Mandatario aseguró ahora tener "información de primera" sobre la supuesta injerencia del Comando Sur de Estados Unidos en los hechos de ese país centroamericano.

En su país había dicho que los sucesos de Honduras eran "como una advertencia, como una amenaza del imperio norteamericano" a los pueblos que se organizan para cuestionar modelos económicos y de explotación.

Pero en Montevideo afirmó categóricamente que "sobran documentos" aunque se excusó de profundizar por falta de tiempo, ya que estaba retrasados en más de dos horas respecto de la agenda oficial y debía partir en la misma madrugada de retorno a su país.

"Hay información de primera de que el imperio, mediante el Comando Sur, hace el golpe en Honduras", y "ese atentado a la Constitución fue provocado por el imperio. Por lo tanto es el imperio contra el pueblo", remarcó.

Según Morales "la estructura del imperio sigue vigente. Y quiero decir aquí que lo que tenía que pasar en Bolivia el año pasado, un golpe civil, pasó ahora en Honduras".

Evo Morales subrayó que lo sucedido en aquella nación centroamericana "es una provocación del imperio", pero advirtió que tanto su gobierno como el de Tabaré Vázquez, de Uruguay, resolvieron este lunes que no van a reconocer a ningún otro Presidente que no sea el depuesto Manuel Zelaya.

Morales compareció ante los periodistas locales e internacionales en un hotel del centro de Montevideo, casi dos horas después de la hora marcada para la conferencia de prensa.

El atraso se generó por una imprevista reunión con el candidato presidencial de la izquierda José Mujica, con quien habló de diferentes temas y particularmente recibió "consejos". "Cuidate, cuidate mucho", le dijo Mujica, según Morales.

El Mandatario boliviano llegó a media tarde a Montevideo y mantuvo reuniones con el presidente del congreso y vicepresidente del país, Rodolfo Nin Novoa, y fue declarado visitante ilustre de Montevideo por el intendente de la ciudad, Ricrardo Ehrlich.

También saludó a representantes de organizaciones de residentes, de movimientos sociales que apoyan su gobierno y conversó "por teléfono" con el escritor Eduardo Galeano, a quien calificó como "un amigo".

El Presidente de Bolivia emprendió esta misma madrugada el vuelo de retorno a la ciudad de La Paz.