El gobierno brasileño tomará "tantas medidas como sean necesarias" para frenar el proceso de apreciación de su moneda, el real, frente al dólar, aseguró hoy en Brasilia el presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
"Tomaremos tantas medidas como sean necesarias para no permitir que el real se aprecie mucho frente al dólar. Pero es importante recordar que el problema no es de Brasil. El problema es que todas las monedas del mundo se están apreciando frente al dólar porque Estados Unidos necesita encontrar una forma de recuperar su economía", afirmó el mandatario.
Lula reveló que recomendó a su ministro de Hacienda, Guido Mantega, y al presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, "que se queden atentos 24 horas por día para tomar las medidas en el momento necesario".
En un intento por frenar el flujo de capitales extranjeros de corto plazo, el gobierno dictó desde el 4 de octubre dos aumentos para el Impuesto de Operaciones Financieras que incide sobre las inversiones externas en renta fija, que saltó del 2% al 6% sin lograr hacer que la cotización del dólar volviera a superar la marca sicológica de 1,70 reales por unidad.
La apreciación de la moneda brasileña preocupa especialmente a los exportadores, que ven disminuir la competitividad de sus productos en el mercado internacional. Lula aseguró hoy que, pese a la fortaleza del real y al acelerado aumento de las importaciones, Brasil cerrará 2010 con un superávit comercial "importante", pero no descartó totalmente la posibilidad de que sean necesarias medidas para frenar las compras externas.
"Puede haber. Cuando (el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior) Miguel Jorge me diga que las importaciones están molestando, nosotros tomaremos medidas. Por ahora, él cree que no hay que reducir las importaciones, sino que tenemos que seguir trabajando para aumentar nuestras exportaciones", afirmó.
Según el presidente brasileño, el G20, que reúne a los países industrializados y emergentes, debería reunirse para buscar una "solución definitiva" para poner fin a la actal "guerra cambiaria".
"En la última reunión del G20, Guido (Mantega, ministro de Hacienda) anunció que había una verdadera guerra cambiaria, y todo el mundo se está dando cuenta de que existe una guerra cambiaria y que nosotros necesitamos, en el marco del G20, discutir y dar una solución definitiva para esto", expresó.
Pese a los problemas, Lula aseveró que Brasil vive "un momento auspicioso" desde el punto de vista económico: "En el mes de septiembre ingresaron en Brasil US$16.000 millones, mientras que en otros tiempos teníamos que esperar todo el año para que ingresaran US$10.000 o US$12.000 millones anuales".