El Presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, será el mediador en la crisis de Honduras, según anunciaron casi simultáneamente la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y Roberto Micheletti, el gobernante de facto hondureño, que reemplaza al depuesto Manuel Zelaya.

Clinton hizo el anuncio tras reunirse con Manuel Zelaya, en un encuentro de bajo perfil. La secretaria de Estado pidió a Zelaya evitar situaciones como la del domingo pasado, cuando su intento de regreso provocó una respuesta militar que dejó un muerto. Clinton también llamó "a ambas partes a abstenerse de incurrir en actos de violencia y buscar soluciones pacíficas, constitucionales y duraderas".
 
El anuncio vino como anillo al dedo a Micheletti, quien se permitió hacer público que había conversado con Arias, "para agradecerle su intención de participar en un gran diálogo para resolver el problema de nuestro país". El hondureño añadió que "Arias tiene una conducta intachable y es un hombre con mucha credibilidad internacional". Según fuentes de la OEA consultadas por este diario, Micheletti recibió presiones tanto de los empresarios como de los candidatos presidenciales hondureños para negociar, ya que la economía del país se vería seriamente dañada con el aislamiento al que está siendo sometido el gobierno interino.

Oscar Arias tuvo una participación importante a fines de los 80 en el proceso de pacificación de Centroamérica, cuando medió entre los enemigos que devastaron esa región durante la Guerra Fría.

Ayer, también estuvieron en Washington dos delegaciones hondureñas. Una de ellas, encabezada por el ex Presidente Ricardo Maduro, del Partido Nacional, es decir, de la oposición al partido de Zelaya y de Micheletti, dialogó con Tom Shannon, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.

Maduro dijo a La Tercera que la mediacion de Oscar Arias "es una excelente solución, porque la OEA se había descalificado a sí misma en la crisis hondureña".

Una fuente de alto nivel del Departamento de Estado dijo a este diario que EE.UU. llevaba días buscando un negociador que permitiera restar protagonismo al Presidente venezolano, Hugo Chávez, en la crisis. Dada la toma de posición de la OEA y su secretario general, José Miguel Insulza, en favor de Zelaya, Washington tenía interés en desentrampar el proceso buscando una personalidad aceptable para ambas partes. La misma fuente afirmó que "Insulza ha sido percibido como un actor muy cercano a los amigos de Zelaya y avaló el intento de regreso de Zelaya el domingo, cuando la administración Obama, junto con Canadá, expresó claramente su oposición".

La delegación hondureña comunicó oficiosamente al gobierno de EE.UU. que Micheletti aceptaría a Arias como mediador. Una vez que se tuvo la aceptación, se decidió que el contexto del recibimiento a Zelaya en el Departamento de Estado sería el mejor para hacer el anuncio. El ex Presidente Maduro también había pedido a Washington que la mediación no pasara por la OEA. Según fuentes cercanas a la delegación hondureña, lo que probablemente se negociará será el otorgamiento de una amnistía a Zelaya y el adelanto de las elecciones generales, pero no el regreso del depuesto mandatario al poder. Zelaya aceptó la posibilidad de adelantar los comicios, pero con la condición de que él vuelva al poder.

Coincidiendo con estas señales, la Corte Suprema de Honduras dejó abierta la posibilidad de que el Congreso decrete la amnistía de Zelaya.