El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó hoy sus "profundas condolencias por la enorme pérdida de vidas y la devastación" causada por las inundaciones en Filipinas y expresó la disposición de su país a colaborar en materia de ayuda humanitaria.
En un comunicado, Obama indicó que "en el espíritu de nuestra larga historia de amistad y cooperación con las Filipinas, EE.UU. está dispuesto a asistir al pueblo y al gobierno filipinos si fueran necesarios esfuerzos de ayuda humanitaria y de recuperación", agregó el mandatario.
Según la Cruz Roja filipina, la tormenta tropical "Washi" ha cobrado 713 vidas a su paso por el norte de la isla de Mindanao, mientras que 563 personas se encuentran desaparecidas tras ser arrastradas río abajo en la madrugada del sábado mientras dormían. Sin embrago, según cifras de la Organización Nacional para la Prevención de Catástrofes, los fallecidos llegan a 972.
La mayoría de fallecidos son de las ciudades de Cagayan de Oro e Iligan, y los demás de las provincias de Bukidnon, Negros, Zamboanga del Norte y Compostela Valley, todos ellos ubicados en la franja que forman el sur de Visayas y el norte de Mindanao.
El número de damnificados ha subido a 167.460 personas, de las que 45.181 se encuentran en 48 centros de acogida, de acuerdo con las informaciones del Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a Desastres.
Aldeas enteras y cientos de viviendas fueron anegadas por los aludes desencadenadas por las copiosas precipitaciones que la tormenta tropical "Washi" descargó en la región desde el viernes.