Este jueves, la comisión de Educación de la Cámara de Diputados dio a conocer un informe que analiza los hechos que afectaron a la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) y que la han mantenido en el ojo del huracán desde 2012, desde que se reveló la vinculación del ex presidente del organismo, Luis Eugenio Díaz, con delitos de cohecho o negociación incompatible.

El documento de los diputados propuso la sustitución de la CNA y que, incluso, el organismo se abstenga de iniciar nuevos procesos de acreditación.

Ante esto, el actual presidente, Matko Koljatic, designado en diciembre de 2012, salió al paso de las críticas y señaló que el "sistema de acreditación es necesario para el país, ya que es una señal de calidad necesaria".

El informe de los diputados hace severas críticas respecto al rol que ha jugado la CNA. ¿Qué le parece la propuesta de sustituir a la CNA?

Estamos totalmente en desacuerdo. Las acreditaciones a instituciones no tienen ningún problema hoy día. Sí los hubo en períodos cuando estuvo Eugenio Díaz, pero hoy no hay ninguna razón para tomar una decisión de ese tipo y me sorprende que haya algún diputado que diga esto. Entiendo que no es lo que dice el informe.

A su juicio, ¿es viable la propuesta?

No, es impracticable, porque deja sin información a la ciudadanía sobre la calidad de programas y, segundo, porque las becas y préstamos estudiantiles están amarrados a la acreditación. No me parece simplemente.

Los diputados proponen, además, que el organismo cese de acreditar a instituciones.

Sería un error que el país eche por la borda todo lo que hemos aprendido sobre acreditaciones en los últimos 10 años.

Por ejemplo, en la selección chilena de fútbol había un equipo de jugadores dirigidos por un entrenador, que empezó a tener malos resultados. Se cambió de entrenador y con casi los mismos jugadores están teniendo nuevos resultados y mucho mejor. Este es un buen símil de lo que pasa aquí. Efectivamente tuvimos un problema en la CNA cuando fue encabezada por una persona que no respondió a la confianza que le había puesto la ciudadanía en el trabajo que iba a hacer. Después vinimos dos personas. Primero, estuvo Íñigo Díaz, que hizo un trabajo notable de recuperación de los procedimientos y luego yo. Estamos avanzando y mejorando. Creo que estas explosiones como de mal genio, en que la gente dice que vamos cerrar esto, me parecen absurdas.

¿Leyó el informe?

No. De hecho lo que sé, lo sé porque me he enterado por medio de la prensa. No conozco el detalle, pero en general, me parece bien. Se hizo un trabajo diligente y serio.

Cuando lo conozca, ¿habrá alguna determinación de parte de la CNA?

El miércoles tenemos consejo con los comisionados y asistirá el jefe de División Superior del Mineduc, Alberto Vásquez. No tengo dudas de que allí saldrá el tema del informe de la Cámara y veremos si daremos una opinión al respecto.

¿Y podrían haber declaraciones de qué tipo...?

Eso aún no lo sé. Pero si su pregunta apunta a si daré un paso al costado, renunciando, eso no pasará. No me corresponde a mí decidir eso, a mí me designó el Presidente de la República.

PROYECTO AGENCIA NACIONAL

En enero, el Mineduc ingresó al Parlamento un proyecto de ley que busca reemplazar a la CNA por un organismo autónomo llamado Agencia Nacional y que hoy se discute en el Senado.

¿Qué le parece el proyecto de ley actualmente en el Congreso?

Es una buena propuesta, tiene aspectos muy positivos y otros difíciles. Ahí hay proceso legislativo y ese es el rol del Parlamento.

Los diputados propusieron, como segundo camino, una ley corta que subsane las ineficiencias ¿Está de acuerdo?

Probablemente sí. De hecho, el miércoles pasado estuve con los senadores y les propuse algunos cambios, que sería una ley corta. Uno de ellos sería modificar la forma de elegir a los comisionados y también el número de profesionales. La idea sería reducirlo a siete y no cinco como propone el proyecto de ley. Otro de los puntos fue establecer un sistema binario donde se rechace, acepte o se acredite condicionalmente, en cuyo caso la institución deberá presentarse nuevamente dentro de tres años. En este período el plantel no podrá crear nuevas sedes, por ejemplo.

¿Debería ser obligatoria la acreditación institucional?

También está esa idea, de hacer obligatoria la acreditación institucional de planteles, la que debiese ser cumplida en un plazo no mayor a dos años, una vez promulgadas los cambios a la ley.