La reforma tributaria es un precedente para la reforma educacional, y así lo sienten los diputados. El gobierno pactó en la primera un acuerdo de transformaciones en el Senado, con congresistas de gobierno y oposición de la Comisión de Hacienda, tras una rápida tramitación en la Cámara de Diputados que no admitió cambios.
La Comisión de Educación de la Cámara Baja quiere evitar que la negociación de otra de las reformas estructurales -la que pone fin al lucro, el copago y la selección en la educación escolar- se sitúe en el Senado y que el proyecto sufra modificaciones drásticas. Mario Venegas, presidente de la instancia donde hoy se discute la iniciativa del Ejecutivo, dice que le gustaría generar un consenso, pero sin modificar la base de la reforma educacional. "No vamos a estar dispuestos a aceptar una circunstancia similar a lo que aconteció con la reforma tributaria", comentó.
¿Puede haber un consenso para aprobar la reforma educacional?
No me niego a la posibilidad de arribar a acuerdos, incluso podría ser deseable. Ahora, no a cualquier precio. Creo que a los acuerdos se llega sólo si son necesarios, si existe voluntad y no se distorsiona la idea matriz y los objetivos originarios del proyecto para perfeccionarlos, introducirle mejoras (...) Pero no estoy dispuesto a una situación que significa transar sobre los principios básicos que están contenidos, y que constituyen la oferta que está hecha y que está planteada al país de manera estructural.
¿Pero hoy cree que desde la Comisión de Educación de la Cámara se podría gestar un acuerdo?
Sinceramente, yo veo dificultades para llegar a acuerdos, porque aquí hay posiciones muy contrapuestas, como ha quedado en evidencia en cada una de las sesiones de esta comisión.
¿Considera que es necesario gestar un acuerdo en la Cámara y quizás evitar lo que ocurrió con la reforma tributaria?
Es algo que le hemos planteado al ministro -y no creo cometer una infidencia al señalarlo- y le he dicho, como presidente de la comisión y en nombre de los diputados en general, que no vamos a estar dispuestos a aceptar una circunstancia similar a lo que aconteció con la reforma tributaria, en donde aparece la Cámara de Diputados como la instancia que no hizo la pega, que fue poco rigurosa, que no escuchó, que no se dio el tiempo, y que allá en el Senado tuvieron que enmendar y llegó la gente a los acuerdos, que este grupo de diputados poco serios no hicieron. Eso no puede ocurrir.
¿Y en qué condiciones se podría generar un acuerdo?
Si es que la decisión, que no depende exclusivamente de mí, sino que del gobierno y todos los que conformamos esta alianza electoral, es que estamos por alcanzar acuerdos, estos se hacen a partir de la Cámara de Diputados. Tienen que hacerse de cara a la ciudadanía y no en reuniones en otros espacios que no sea el Congreso Nacional.
¿A usted, como presidente, le gustaría propiciar un consenso?
Claro. Me encantaría, a todos nos encantaría. Ojalá tuviéramos la madurez suficiente para entender aquello y ponernos de acuerdo en las virtudes que tiene el proyecto y en lo que necesita el país.
¿Qué aspectos del proyecto podrían ser objeto de algún acuerdo?
Eso es lo que me dificulta la posibilidad de llegar a un acuerdo, porque yo visualizo en la postura de muchos parlamentarios y opiniones de muchos expositores, por ejemplo, que no creen en el fin al lucro y que está perfectamente bien. Lo acaba de decir Harald Beyer, que no hay problema con el copago, ni el lucro, y en esas circunstancias la distancia hoy, así puestas las cosas, es bastante grande y no sé si hay espacio para llegar a acuerdos.
Grupos de apoderados han planteado que se debe retirar el proyecto.
Espero que no esté la posibilidad de retirar el proyecto y que el gobierno no esté en esa posición.