A un problema de responsabilidad exclusiva del Estado desde que terminó el gobierno de Ricardo Lagos, atribuyó el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Patricio Crespo, la situación de conflicto y pérdidas que han sufrido pequeños y grandes agricultores en la Región de La Araucanía.
El dirigente, junto con criticar que en la IX Región "pareciera haber otro estándar de vida" en lo que aplicación de la ley se refiere, explicó que "es el Estado de Chile el que ha sido incapaz de asumir sus deberes y así como en el resto del país es capaz de asegurar paz y tranquilidad de la gente, en La Araucanía ha fracasado rotundamente y lo está haciendo ya desde hace varias décadas".
Crespo agregó que la situación "no se arregla con discursos, no se arregla con eslogan, sino que se arregla con acciones y con compromisos pecuniarios significativos para darle a esta región el salto que merece para resolver los problemas y pobreza que tiene".
A su vez, señaló que en La Araucanía "hay Estado de derecho, pero muy incipiente. No me cabe duda que acá se ha permitido ir más allá, creo que las policías han fallado, han fallado muchos actores y que han inhibido a que se haga justicia adecuada".
En cuanto a la aplicación de justicia y la invocación de la Ley Antiterrorista, el presidente de la SNA aseguró que "no puede haber doble estándar. Para una bomba en el Metro en Santiago se aplica, para una bomba o un incendio aquí en La Araucanía..., parece que fueran ciudadanos de segunda, cuando todos merecen el mismo trato".
Concluyó que advierte un cambio en la actitud de los últimos gobiernos en la forma de abordar la problemática, desde que dejó la presidencia Ricardo Lagos, y que, a su juicio, "es más permisiva", lo cual afecta la productividad del sector agrícola "y eso va a seguir en la medida que este tema no se aborde de otra forma por la incerteza jurídica y material, lo cual ahuyenta la inversión".
En la misma línea, el presidente del directorio de la Sociedad de Fomento Agrícola (Sofo), Marcelo Zirotti, precisó que las tierras entregadas a comunidades "están abandonadas", lo cual les preocupa porque al ser Chile un país que no produce todo su trigo o carne, "no podemos dejar tierra improductiva en la región; no se puede dejar un metro que no sea productivo".
Concluyó que en el último tiempo han advertido "ante este clima, un retiro de capitales, hay mucha gente que ha dejado de invertir en esta región por los problemas que se producen".