El Presidente de México, Felipe Calderón, defendió hoy la estrategia militar de combate al narcotráfico que ordenó desde 2006, frente a las críticas de organismos defensores de derechos humanos por la muerte de al menos 50.500 personas hasta hoy.
Ante políticos, empresarios y cuerpo diplomático, Calderón en su quinto informe de gobierno, aceptó que su país enfrenta una vorágine de violencia, pero dijo que las organizaciones del crimen "no son nuevas" ya que "éste fenómeno existe desde hace años".
El mandatario, que el 30 de noviembre del 2012 entregará el poder a quien resulte ganador de las presidenciales del año entrante, habló de cómo las bandas del crimen evolucionaron de pandillas "a verdaderas estructuras criminales y cárteles".
"La inseguridad es un fenómeno complejo y de larga incubación", señaló Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN, conservador), que destacó que "es falso" pensar que con el repliegue de las tropas federales "cesará la violencia en el país".
Apenas asumió la Presidencia en diciembre del 2006, Calderón ordenó el envío de unos cien mil militares, marinos, policías federales y locales a combatir a las bandas del narcotráfico. La estrategia ha sido severamente criticada por organismos defensores de los derechos humanos y partidos de izquierda, que demandan corregir el sistema.
PROCURADURIA
Paralelamente, el mandatario anunció la creación de una "procuraduría social" que centrará sus labores en la atención de las víctimas de la violencia. Entre otras tareas buscará identificar a cada una de ellas, un reclamo que su gobierno ha recibido en los últimos meses.
La nueva fiscalía, añadió, también se encargará de la búsqueda de quienes han desaparecido a manos de grupos criminales. Con la procuraduría "daremos un paso fundamental para cerrar las heridas que se han abierto en el país", dijo Calderón.