El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, prometió hoy a la niña paquistaní Malala Yousafzai que rescatará a las más de 200 niñas secuestradas por la milicia radical islámica Boko Haram hace tres meses.
"El terror es relativamente nuevo aquí y tratar con él tiene sus desafíos. El gran desafío en el rescate de las niñas de Chibok es la necesidad de asegurar que sean rescatadas con vida", aseguró el presidente de Nigeria en un comunicado tras reunirse con Malala.
Malala, que sobrevivió a un ataque a tiros de extremistas musulmanes por defender el derecho universal a la educación, se encontró hoy con el presidente durante su visita a Abuja, la capital de Nigeria, donde ha pedido la liberación de las menores.
"Mi deseo es ver que todos los niños vayan a la escuela y ver a mis hermanas nigerianas liberadas de su secuestro; quiero que sean libres para ir a la escuela y continuar su educación", dijo Malala a su llegada a Abuya.
Tras este llamamiento, el presidente nigeriano manifestó su "aprecio" a la joven paquistaní "por sus esfuerzos por cambiar el mundo de manera positiva a través de su poderosa defensa de la educación de las niñas".
Durante el encuentro, Jonathan explicó a Malala que su Gobierno está haciendo "todo lo posible" para rescatar a las niñas secuestradas.
No obstante, añadió, los esfuerzos para conseguir la liberación de las niñas se han visto limitados por la necesidad de garantizar que sus vidas no corran peligro durante el rescate.
"El tiempo que estamos tardando para alcanzar este objetivo no es una cuestión que sea competencia del gobierno de Nigeria", dijo el presidente, quien recordó que equipos especializados procedentes de Estados Unidos, Reino Unido, Francia o Israel trabajan con ellos para lograr el rescate.
Además, anunció que se reunirá con los padres de las menores "para consolarlos y asegurarles que el Gobierno Federal está haciendo todo lo que está a su alcance para rescatar a sus hijas".
El secuestro de las más de 200 menores se produjo el pasado 14 de abril en el conflictivo estado norteño de Borno a manos de Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado",
La secta, que lucha por imponer un Estado islámico en Nigeria -país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur-, ha asesinado a 12.000 personas y ha herido a otras 8.000 en los últimos cinco años, según las autoridades nigerianas.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que se ha intensificado en los últimos meses.
Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.