"A veces la cercanía puede ser un elemento que no necesariamente juega afavor", afirma el presidente de SalmonChile, Felipe Sandoval, respecto de sus contactos con la actual administración. Parte de su vida profesional ha estado ligada al oficialismo: fue subsecretario de Pesca en el gobierno de Ricardo Lagos y secretario ejecutivo de la Mesa del Salmón, en el anterior mandato de Michelle Bachelet. También ha navegado en el mundo privado como miembro de la plana ejecutiva de AquaChile, y hoy lleva poco más de un mes liderando a los salmoneros.
Tras la crisis del virus ISA, los problemas de financiamiento, la nueva regulación del sector ¿en qué pie está la industria?
Es una industria que tiene futuro, por lo tanto, si me hablan de una mirada a mediano y largo plazo, apuesto por ella. Es una industria nueva todavía y siempre habrá problemas que habrá ques olucionar. Estamos en un buen momento.
¿Por que eso no se reflejó en los resultados del año pasado?
Porque hubo más mortandad, tuvimos el problema del caligus -piojo- y además la nueva normativa está recién completa para su aplicación.
Este 2014 ¿esperan mejores índices?
Sí. Si uno revisa los balances del tercer trimestre del año pasado están mejor y eso se ha mantenido. En términos de producción no esperaría algo muy distinto a lo de 2013.
Se ha advertido que la producción del salmón en el mundo llegó a su peak ¿En Chile tiene posibilidades de seguir creciendo?
En las actuales áreas aptas para acuicultura se podría crecer más si hubieran más concesiones operativas, porque las actuales deben ser un poco menos de la mitad que existe. Por otra parte, la demanda por alimentos blancos seguirá aumentando y por tanto, si el salmón llega o no al peak es una situación de corto plazo si no hay mejoras para aumentar la producción. En Chile deberíamos crecer en nuevas áreas, pero eso hay que hacerlo junto a las autoridades y las comunidades.
¿Cómo están viendo la relación con las comunidades?
En la Región de Aysén se ha hecho un proceso de zonificación que está vigente y se declaran áreas preferentes por cada actividad. Por lo menos hay una señal de orden. El resultado será un acuerdo entre los distintos actores que comparten el borde costero. La zonificación es algo que debiera hacerse en todo el país. Pensando más allá de la acuicultura, es una necesidad que exista un plano regulador para el borde costero, porque eso da señales y certezas para que se puedan hacer las inversiones necesarias en todo tipo de actividad.
¿Y con la banca?
Ahora estamos en una dituación con mayores perspectivas, no hablaría de crisis, y la situación depende de cada empresa.
Reglamentación
¿Cómo evalúa la nueva normativa?
Se ha avanzado mucho en la reglamentación para el sector tras la crisis del ISA. Este es un período en el cual hay que ir adecuando, evaluando y revisando las normativas que se han implementado y las que están en ese proceso.
¿Qué falta dentro de la regulación?
Toda la nueva regulación es como de castigo, debiéramos tener una parte de incentivos. Si hay condiciones o indicadores muy favorables, la autoridad debería dar incentivos. Por ejemplo, que las restricciones de tope, en el caso de las densidades, pudieran flexibilizarse también.
¿Existe una sobrerregulación tras el virus ISA?
Es natural que siempre opere la política del péndulo. Pasamos de una situación en la que había escasa regulación, donde el Estado tenía pocas atribuciones, a una en la que después de una crisis muy fuerte, se hizo una regulación bastante estricta. Siempre se ha dicho que hay que ir evaluándolo en el tiempo. En Chile somos muy buenos para crear normas, pero malos para eliminarlas.
La regulación ha tenido efectos en el área sanitaria,y en costos. Sumando-restando ¿ha sido exitosa?
Antes del ISA no había restricciones de densidad, de descanso, y no existían los ciclos productivos. Ese esquema ha implicado un encarecimiento en el sistema, la logística de aproximación es mucho más complicada. Hay que ir evaluándolo para ver si se puede tener una flexibilidad mayor, sin afectar los temas sanitarios y ambientales.
¿En el reglamento de densidades propondrán cambios a las nuevas autoridades?
El reglamento de densidades es nuevo y va a tener que evaluarse porque está recién empezando (enero de 2014). Cuando un centro tiene muy malas condiciones, con altas mortalidades para el período siguiente de producción, se le baja su densidad. Lo que puede pasar es que los cambios tecnológicos y las prácticas productivas pueden permitir que en un mismo lugar, en un tiempo distinto, se apliquen restricciones diferentes, producto de que las nuevas tecnologías.
¿Qué otros objetivos perseguirán con las nuevas autoridades?
La salmonicultura, siendo el tercer sector exportador a nivel nacional, sigue con una institucionalidad hecha hace 30 años. No se condice con la importancia que tiene hoy desde el punto de vista económico-productivo. Eso es muy importante y es una preocupación mayor institucionalmente por la acuicultura.
¿Están pidiendo una subsecretaría?
Claramente. A este nivel en que estamos, a mi juicio personal, es necesario, o al menos que exista una línea con autonomía que se preocupe en específico por la acuicultura.
Si no es subsecretaría, ¿qué otro tipo de organismo puede ser?
El ideal sería que tuviéramos el mismo nivel que la pesca. Eso significa una subsecretaría, pero si no, tendría que ser una instancia con una línea propia para la acuicultura, donde tengamos acceso directo a las máximas autoridades para poder tratar nuestros problemas.