Tal como lo había anunciado hace días hoy habló al pueblo Sirio el Presidente Bashar Assad. Lo hizo en el Parlamento y ante los vítores de sus seguidores. Assad, afirmó hoy que el país vive un momento excepcionalmente difícil pero que "la estabilidad de Siria se convirtió en la prioridad de nuestra agenda".
En todo momento desacreditó a quienes han liderado las protestas durante semanas y aseguró que son obra "de conspiradores" que son minoría. Dijo que su gobierno es víctima "de un gran complot no sólo externo sino también interno", para sembrar la violencia sectaria. Dijo incluso, que los videos de los enfrentamientos "son todos falsos".
"Los conspiradores se han confundido de país". Para Assad las manifestaciones son una "prueba para la unidad de Siria" y que forman parte de un plan enemigo. "Siria forma parte del mundo árabe y no es ajena a las protestas, pero tiene unas caracteristicas que la hace diferente". Incluso acusó a las redes sociales de ayudar a la desestabilización del país.
Asimismo, dijo estar "apenado" por la violencia y que su deber es "proteger a los sirios". Aseguró que su gobierno ha atendido las peticiones "justas de la población" y que "se dieron instrucciones claras de no atacar a los civiles".
"Nos acusan de prometer reformas pero de no realizarlas, pero estamos obligados a cambiar la prioridad de nuestras elecciones a causa de las repetidas crisis regionales y a causa de cuatro años de sequía", puntualizó.
En su intervención, se esperaba que Assad, en el poder desde el año 2000, ratificara las reformas políticas, como el levantamiento de la Ley de Emergencia vigente desde 1963, el multipartidismo o la libertad de prensa, que había anunciado su portavoz hace unos días. Pero finalmente no ocurrido.