El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, que se reúne hoy en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, aboga por prorrogar las sanciones europeas a Moscú al menos hasta fin de año y plantea incluso un boicot al Mundial de fútbol de 2018 si los soldados rusos no abandonan su país.
"Creo que se debe hablar de un boicot a ese Mundial. Mientras las tropas rusas sigan en Ucrania, me parece inimaginable un Mundial en ese país", afirma Poroshenko en una entrevista con el diario alemán "Bild" ante su visita a la Cancillería.
"Siempre se afirma que el fútbol no tiene nada que ver con la política y que hay que separar las dos cosas. Pero, ¿cómo es posible?", añade el presidente ucraniano, quien acusa a los separatistas prorrusos de vulnerar los acuerdos suscritos en Minsk el pasado mes de febrero con la mediación de Alemania y Francia.
Poroshenko pide a la comunidad internacional que reaccione con nuevas sanciones a las violaciones del alto el fuego o que, al menos, prorrogue las actuales hasta fin de año.
"Ucrania ha cumplido todos los puntos del acuerdo de Minsk y el alto el fuego ha sido respetado desde el principio por nuestra parte, pero los combatientes rusos han hecho justamente lo contrario", denuncia.
Según sus informaciones, la tregua ha sido violada en 1.100 ocasiones por los separatistas prorrusos.
Los acuerdos de Minsk son "una esperanza, pero no una realidad" para Kiev, que acusa a los rebeldes de afirmar que han retirado el armamento pesado, como se convino, y de no permitir que los observadores de la OSCE lo comprueben.
Poroshenko critica el trato que reciben los soldados ucranianos apresados por los rebeldes y asegura que no descarta un nuevo ataque por ejemplo en Mariúpol, donde en enero pasado murieron al menos 30 civiles en una ofensiva con artillería de las fuerzas prorrusas.