El Presidente de Yemen Ali Abdullah Saleh firmó hoy en Riad, Arabia Saudita el acuerdo de traspaso del poder, tras 33 años al mando del país y más de nueve meses de protestas opositoras. Una rúbrica que fue resistida durante meses por el mandatario, pero que finalmente hoy se concretó.
El acuerdo, propuesto por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), estipula que Saleh transfiera el poder a su número dos, Abd-Rabbo Mansour Hadi, en 30 días y que se celebren elecciones tres meses después.
Previamente el enviado especial de la ONU para Yemen, Yamal Benomar, proyectaba que Ddspués de estos tres meses, empieza "una etapa de transición de dos años en la que se formará un gobierno de unidad nacional".
También en ese período se organizará "un congreso de diálogo nacional integral para garantizar una participación amplia para trazar el futuro de Yemen".
La iniciativa del CCG -integrado por Arabia Saudita, Omán, Qatar, Kuwait, Emiratos Arabes Unidos y Bahrein- fue diseñada a finales de abril pasado para resolver la crisis en Yemen, que desde el pasado 27 de enero es escenario de protestas contra Saleh.
La firma del acuerdo se finiquitó en Riad, la ciudad en la que Saleh se refugió en junio tras resultar herido en un atentado contra el palacio presidencial. De Arabia Saudita volvió por sorpresa el 23 de septiembre, para prometer a principios de octubre una dimisión "en pocos días" que no llegó.
Uno de los puntos complejos y que desencadenaron masivas protestas hoy en Saná y Taiz, es que el acuerdo contempla la inmunidad de Saleh y miembros de su régimen.
Los disturbios también han provocado temores a una guerra civil en las fronteras de Arabia Saudita, un aliado estratégico crucial de Estados Unidos.
Esos temores son compartidos por los hasta hace poco aliados estadounidenses de Saleh, quienes lo respaldaron durante largo tiempo en su lucha contra Al Qaeda, según consigna la agencia Reuters.