Al dar la cuenta anual al Senado en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre, el presidente del Banco Central, José De Gregorio, realizó un llamado a seguir trabajando para enfrentar la crisis internacional.
Si bien el documento mostró un diagnóstico más auspicioso, especialmente para el próximo año, el economista dijo que "no hay dudas que hay muchos que han sufrido el rigor de esta crisis, que vieron aumentar el costo de sus pasivos, detuvieron sus proyectos o perdieron su fuente de ingresos. Por ello, no debemos dar espacio a la autocomplacencia del trabajo ya realizado".
Si bien la autoridad monetaria sostuvo que se realizaron grandes esfuerzos, agregó que "aún es prematuro para aseverar que la tarea ha sido cumplida con éxito".
Respecto al actuar del instituto emisor, De Gregorio manifestó que "hemos aumentado el estímulo monetario con fuerza y hemos implementado medidas que conllevan al uso de nuevos instrumentos para asegurar la convergencia de la inflación".
Respecto a la mantención de las medidas monetarias anunciadas en julio, dijo que "los trimestres venideros serán de gran importancia para evaluar cuándo deberemos comenzar a retirar este estímulo, pero podemos dar la seguridad de que, tal como ya lo hemos hecho, conduciremos nuestras decisiones de política monetaria con toda la flexibilidad que las circunstancias requieran".
CONDICIONES DE CREDITO
De Gregorio insistió en que pese a la baja en la tasa de interés, con condiciones de financiamiento más favorables para la banca, "los estándares crediticios aún se mantienen estrechos y el volumen de crédito cayó en el primer semestre del año".
Según agregó, "esto, probablemente, refleja la cautela del sistema financiero respecto del efecto de las condiciones cíclicas sobre el riesgo de crédito y una menor demanda crediticia producto del fuerte ajuste en las expectativas".
Sostuvo que todo ello ha redundado en que las primas por riesgo crediticio presenten cierta resistencia a caer en algunos segmentos y que las condiciones de acceso y estándares de otorgamiento de créditos sean más restrictivos que hace un año.
Sin embargo, manifestó que "en la medida que la situación de incertidumbre siga despejándose, principalmente con una mayor certeza sobre el ritmo de crecimiento global, y la expansividad de la política monetaria continúe impulsando a la economía, es esperable que las condiciones crediticias que enfrentan personas y empresas se normalicen".