El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, instó el viernes a las grandes economías a modernizar el sistema monetario global para que pueda manejar simultáneamente varias monedas de fuerte ponderación mundial.
En una columna para el periódico Financial Times, Robert Zoellick, dijo que el yuan chino debe tener un rol mayor en el sistema, siguiendo la línea trazada la semana pasada por el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn.
Muchos funcionarios apoyan la idea de que el yuan se integre a los Derechos Especiales de Giro (DEG), una canasta de monedas administrada por el Fondo Monetario Internacional, una posibilidad aún lejana a menos que la moneda china sea totalmente convertible.
"El dólar seguirá siendo la principal moneda de reserva, pero con el tiempo la economía mundial tendrá que gestionar un sistema múltiple con las principales monedas", escribió Zoellick previo a que los ministros de Finanzas del G-20 se reúnan el viernes en París.
"Necesitamos modernizar el multilateralismo para avanzar hacia un nuevo sistema monetario", apuntó.
Zoellick dijo que los países que participan de los DEG deberían revisar sus asuntos monetarios y cambiarios en un foro creado para ese fin.
"Este grupo debe ofrecer a China el incentivo de unirse al foro y eventualmente entrar en los DEG después de que adopte medidas para internacionalizar el renminbi", agregó.
El funcionario dijo que otras grandes divisas podrían sumarse a la cesta de los DEG más adelante.
"Las potencias mayores no van a aceptar los DEG como una nueva moneda de reserva global, ni al FMI como el banco central global", dijo Zoellick.
Sin embargo, el FMI podría actuar como un árbitro, "capaz de hacer sonar su silbato sobre la conveniencia de contar con políticas externas pero no para imponer sanciones" con el objetivo de apuntalar una economía global saludable, agregó.