El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dejó este lunes las puertas abiertas a otro recorte de tasas de interés, al decir que el banco tomaría cualquier decisión sobre nuevas medidas en base a los datos económicos.
Cuando se le preguntó en el Parlamento Europeo si el BCE podría continuar recortando las tasas luego de la rebaja de la semana pasada al 0,75%, Draghi respondió: "Tenemos que mirar cuál es la situación, mirar los datos y los acontecimientos y luego tomaremos la decisión en el Consejo
de gobierno sobre qué medidas tomaremos próximamente".
Respecto a la situación en España señaló que las autoridades de ese país "han demostrado que están totalmente comprometidas en acelerar la agenda de reformas estructurales" y solucionar la situación del sector financiero.
"También están comprometidos a mejorar la competitividad externa y a sentar las bases para una prosperidad más sostenible", destacó Draghi en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo (PE).
El presidente del BCE insistió en que la salida de la crisis necesita "acciones contundentes de los bancos centrales, pero también de otros actores, como los gobiernos".
Según Draghi, resulta crucial que los países perseveren en las reformas, cuya profundidad debe depender de los desequilibrios económicos acumulados durante los últimos años.
En este sentido, subrayó la importancia de que los políticos comuniquen claramente sus acciones, con una mirada "crítica" al pasado y "objetiva" al futuro.
Hoy, el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, hizo un llamado al BCE al considerar que debe "intervenir en los mercados y empezar a comprar de forma masiva deuda pública para que los especuladores entiendan que si apuestan contra el euro van a perder".
Draghi subrayó ante los eurodiputados que "el BCE, dentro de los límites de su mandato y sin aumentar innecesariamente el riesgo de su balance, hará lo que haga falta" para asegurar la estabilidad de los precios como fija su mandato y, al mismo tiempo, la estabilidad financiera.
El presidente dejó claro, además, que la institución "mantendrá las líneas de crédito abiertas a todos los bancos solventes de la zona euro".