Luego que ayer se diera a conocer que el Consejo Nacional de Televisión, presentaba cargos por lenguaje inapropiado a Canal 13, en cuanto a algunas expresiones de Gabriel Benni durante la transmisión de Año Cero en Bruto, el presidente del organismo señaló que esto responde a un interés de la comunidad por fijarse en este programa. Según Herman Chadwick, "a la fecha el Consejo Nacional de Televisión ha recibido 223 denuncias por el reality".

Según agrega, la mayor parte de estas denuncias está basada en el maltrato animal, uso de lenguaje inapropiado en horario de protección de menores, exposición de conflictos interpersonales relacionados con la intimidad de las personas, y violencia. "Al público le preocupa y le molesta cierta parte del reality", comentó Chadwick, agregando que "las denuncias contra Año Cero van en curva creciente".

Para el presidente del organismo, uno de los problemas fundamentales, es que la versión "En Bruto" del reality, se transmite a las 20.15 horas de la tarde. "El programa Año Cero en Bruto es un programa que se ha dado en horario para todo espectador", comenta. Y según añade, en ese horario el lenguaje de Benni ha sido "una grosería al lado de la otra en horario de protección al menor".

SITUACION DE LOS REALITY
Pero Herman Chadwick no cree que los realities deban tener problemas con el Consejo debido a su oferta de realidad televisada, en cuanto "el reality no es sólo mostrar lo que pasa". Según agrega, el género "es una mezcla de ficción y no ficción", y hace referencia al inicio de este tipo de programas en Chile. Según dice, cuando comenzó este fenómeno con Protagonistas de la Fama, también de Canal 13, se hizo un estudio para investigar el nuevo género, del cual salieron muchos resultados positivos.

"La investigación que arrojó lo que hicimos revelaba evaluaciones positivas que tienen que ver con la promoción de valores como el esfuerzo personal, la tolerancia", comenta respecto a dicho estudio, "pero habían ciertos excesos que tienen que ver con un lenguaje grosero, exhibicionismo exagerado y competencia poco leal entre los participantes".

Según el presidente del organismo regulador, todo queda a juicio de los canales de televisión, que tienen la capacidad de editar los programas que transmiten, para adecuarlos a los horarios en los que están programados. "Cada canal sabe muy bien cuando se sobrepasan con respecto, sobre todo, a la dignidad de las personas, o del lenguaje", enfatiza.