Revueltos amanecieron los mercados ayer, tanto en Chile como en México.
El viernes, pasadas las 18:00 horas, la multitienda chilena informó respecto del fin del acuerdo alcanzado hace diez meses con la cadena mexicana, que en el plan original se traduciría en una OPA a través de la cual Liverpool ingresaría a la propiedad de Ripley. Tras la sorpresiva noticia, hoy los mercados no demoraron en reaccionar. Al cierre de la jornada la acción de Ripley cayó 3,85%, mientras que los papeles de Liverpool crecieron un 3,33%.
El domingo, el gerente general de Ripley, Lázaro Calderón, intentó calmar al mercado y en una entrevista concedida a La Tercera aseguró que el fin del acuerdo no tuvo que ver con el hecho de que Ripley se haya vuelto menos atractiva, y sostuvo que "hay fundamentos sólidos para el valor actual de la acción".
Hoy es el turno de los máximos ejecutivos de Liverpool. El presidente del Consejo de Administración de Liverpool, Max David, y el director de finanzas de la cadena, Enrique Güijosa, decidieron salir de su tradicional hermetismo y responder por escrito un cuestionario en el que abordaron las razones por las cuales desistieron de esta operación.
¿A qué se refieren concretamente cuando argumentan razones de cambios en las economías donde operan para desistirse de ingresar a la propiedad de Ripley?
Enrique Güijosa: Desde que anunciamos esta operación, hace 10 meses, hasta ahora el mundo no se ha detenido. Han ocurrido cambios importantes y conocidos en el entorno económico de ambos países que alteran las condiciones iniciales en que esta operación fue concebida. No hay un solo factor, es una situación acumulativa de hechos durante estos diez meses que nos hicieron repensar las condiciones de este acuerdo y tomar la decisión que estamos tomando ambas partes.
Cuando Liverpool anunció la OPA, en julio de 2016, se ofreció $ 420 por acción con un premio de 25%. Hasta el viernes la acción estaba en $470. ¿Fue este un factor que influyó en que el negocio se cayera?
Enrique Güijosa: El precio siempre es un factor, naturalmente, pero la acción de Ripley estuvo hace un par de años en precios similares, e incluso superiores a los actuales, por lo que su valor bursátil pudiese subir no era una sorpresa en función del desempeño de la compañía. Ripley nos interesó porque es una empresa de retail con gran trayectoria, con experiencia regional, y que cuenta con un grupo de controladores y ejecutivos de primer nivel. Desde que abrimos el diálogo con Ripley, hasta el último día, hemos podido comprobar que sus tiendas están bien posicionadas, con buenos productos y un nivel operacional excelente. Nos parece que han estado haciendo mejoras importantes y eso pareciera que lo ha reflejado el precio de su acción.
Y como ya he dicho, si bien en este momento no están dadas las condiciones para nuestra participación en la propiedad, nos encantaría buscar otras opciones de participación conjunta que puedan beneficiar a ambas compañías.
¿Afectó las negociaciones el hecho de que los minoritarios se mostraran contrarios al precio ofrecido en la OPA?
Enrique Güijosa: En las OPA los minoritarios ejercen naturalmente sus intereses y se generan presiones en torno al precio. En este caso, no llegamos a una situación de negociación por lo tanto no sabemos cómo se habrían finalmente comportado.
El informe de resultados de Liverpool al primer trimestre muestra los golpes del efecto Trump en el peso mexicano y en sus cifras. Ustedes, además, han incrementado su nivel de endeudamiento tras la compra de la cadena Suburbia a Walmart. ¿Es esta la verdadera razón por la que reconsideraron la opción de lanzar la OPA por Ripley?
Enrique Güijosa: Nuestros resultados y sus fundamentos son de conocimiento público. La compra de Suburbia estaba considerada como una posibilidad y no interfería en nuestros planes con Ripley, sin embargo los cambios económicos de nuestros mercados también inciden en las decisiones de nuestro Consejo. Como dije antes, no hay un solo factor que explique esta decisión.
¿Perdió atractivo la operación para Liverpool?
Enrique Güijosa: Separaría las cosas. Las características positivas de Ripley, y que motivaron nuestro interés por entrar a su propiedad, siguen presentes e incluso se han potenciado. Sin embargo, este tipo de operaciones también responden a un momento y condiciones externas determinadas, las que fueron variando en este tiempo e hicieron que ambas partes consideráramos que era conveniente repensar el negocio y tomar la decisión que tomamos.
¿Influyó en este desenlace la lenta tramitación del permiso que debía otorgar la Superintendencia de Bancos (Sbif) de Chile?
Enrique Güijosa: La SBIF hizo su trabajo y nosotros no estamos en condiciones de decir si su trabajo es lento o rápido.
Chile es un país serio, que se destaca a nivel mundial por su estabilidad y certezas jurídicas, y que, sin duda, sigue siendo un mercado atractivo para la inversión extranjera. Durante todo este período confiamos en la institucionalidad y contribuimos para que este proceso fuera exitoso, convencidos de que buscar entrar a la propiedad de Ripley es un buen negocio. Sin embargo, las condiciones externas de esta operación se fueron ajustando, haciendo que, en este momento, no fuese posible continuar con la operación.
¿Diría que la Sbif le ha solicitado información excesiva respecto a sus accionistas?
Enrique Güijosa: Ellos solicitaron la información que consideraron necesaria y nosotros les entregamos la información que estaba a nuestro alcance en los plazos más rápidos posibles. La aprobación de la SBIF era una cuestión de tiempo. Liverpool, una empresa con más de 170 años de historia, cuenta con un prestigio y solvencia sobradamente reconocidos en el mercado.
En su comunicado Ripley dijo "continuarán manteniendo una relación y diálogo cercano con Liverpool", ¿en qué se puede traducir esto?
Max David: El acuerdo que teníamos ha quedado disuelto, pero obviamente que seguimos mirando oportunidades en conjunto. El mercado del retail es un mercado dinámico, en constante evolución, y sería un error dejar de explorar sinergias y opciones de negocio que puedan ir en beneficio de ambas compañías y sus accionistas.
Nos gustaría buscar acciones que nos puedan ayudar en nuestros propios negocios. Esto puede ser en el área de tecnología, marcas, compras coordinadas u otras formas. Conversamos de establecer un equipo de trabajo conjunto que explore esas opciones. De ahí pueden surgir frutos.
Estas buenas relaciones, ¿podrían implicar, por ejemplo, explorar nuevos mercados en conjunto pero sin ingresar Liverpool a la propiedad de Ripley?
Max David: No es el minuto de entrar en especulaciones. Con la familia Calderón nos une una historia y una pasión por el retail de más de 25 años. Teníamos y seguimos teniendo la mejor opinión de ellos y de Ripley. El alineamiento de culturas corporativas e intereses, y la complementariedad de los modelos de negocios, nos hacen mirar con optimismo otras opciones de trabajo conjunto y sinergias que esperamos desarrollar en el futuro.
Con esta operación Liverpool estaba ingresando a los mercados de Chile y Perú, ¿les sigue interesando ingresar a estos mercados?
Max David: Creemos que, pese a que el resultado final no es que el que todos hubiésemos esperado, este proceso ha sido una experiencia valiosa para nosotros porque nos ha permitido conocer mejor el mercado sudamericano. Como ya dije antes, siempre estamos viendo qué oportunidades ofrece el mercado porque, en un mercado tan dinámico como éste, no hacerlo sería un error. En ese contexto, Ripley sigue siendo un muy buen socio potencial para cuando se den las condiciones.
Pero dejemos que los mercados descansen. No es posible ni conveniente adelantar situaciones que puedan ocurrir a futuro. Hoy las condiciones que daban sustento a este acuerdo no están dadas, pero, como ya le señalé, no podemos descartar que se abran oportunidades de negocio conjuntas en el futuro.